
En Chiapas, un grupo armado se lleva a 16 servidores públicos para exigir la destitución de tres mandos policiacos… Ese secuestro ocurre con armas largas, frente a otros automovilistas y cuando el sol ni siquiera se ha escondido… Nadie se opone, y nos enteramos por una grabación hecha a poca distancia… El poder de este grupo criminal es tan aplastante que amordaza al gobernador Rutilio Escandón… Y la normalización de esta violencia llega a niveles tan crueles que el propio presidente López Obrador propone como solución acusar a los criminales con sus mamás… Hay 16 familias sumidas en la incertidumbre y el terror… Y un mal chiste es la respuesta del jefe de Estado… De nuestro jefe de Estado… El contexto de Chiapas es el mismo desde hace décadas… Zonas de alta marginación huérfanas del gobierno… Municipios comandados por paramilitares… Y cada vez más regiones tomadas por el crimen organizado… Su condición fronteriza convierte a Chiapas en un terreno de disputa entre los cárteles de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación… Y también para pandillas como las maras… No importa si la estrategia es la guerra contra el narco o si es “abrazos no balazos”, Chiapas es un hervidero de criminalidad, extorsiones, maltrato a migrantes, narcotráfico y más… Rutilio Escandón sabe lo podrido que está Chiapas… Y es incapaz de mover un dedo… Se llevaron inicialmente a 33 empleados de su Secretaría de Seguridad, pero luego este grupo armado se quedó sólo con los 16 hombres… Horas después se difundió un video donde las víctimas dicen que su liberación depende de la destitución de tres mandos policiacos… Y luego en otro se les ve hincados, sin mirar a la cámara, aturdidos… Llenos de pánico repiten una y otra vez la frase: “por favor, no tenemos que pagar justos por pecadores”....