
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, causó revuelo el lunes 29 de abril al declarar frente a medios que le gustaría ser el próximo Papa, a pocos días de que comience el cónclave que elegirá al nuevo líder de la Iglesia Católica tras la muerte de Francisco.
“Me gustaría ser Papa. Esa sería mi opción número uno”, dijo Trump a las afueras de la Casa Blanca, según reportes de medios internacionales. Aunque lo dijo en tono relajado, la frase fue replicada en todo el mundo y generó varias reacciones.
Cuando le preguntaron a quién veía como candidato, mencionó al cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, a quien elogió por su forma de hablar y su carácter. Dolan tiene 74 años y es uno de los 10 cardenales de Estados Unidos que participarán en la elección. Sin embargo, no se encuentra entre los favoritos.
Dolan ha estado presente en momentos importantes con Trump, como la invocación en su segunda toma de posesión y la misa fúnebre del Papa Francisco celebrada en Nueva York.
En los medios y redes sociales se retomó el comentario, recordando otras veces en que Trump ha mezclado política y religión. Aunque no cumple con los requisitos tradicionales para ser Papa, sus palabras volvieron a colocarlo en el centro de la conversación.
Hasta ahora, el Vaticano no ha dado respuesta oficial a lo dicho por el expresidente.