
El Gobierno de los Estados Unidos, liderado por el republicano Donald Trump, cerró parcialmente sus servicios, como una especie de paro de labores, a causa del desacuerdo entre legisladores norteamericanos sobre una extensión de presupuesto para garantizar el funcionamiento del aparato de gobierno del Estado.
Incluso la Casa Blanca ya amenaza con despidos inminentes en dado caso que el Congreso norteamericano no logre un acuerdo presupuestario.
En el Senado que es donde se necesita una mayoría de 60 votos de 100 para poder aprobar proyectos de gasto público de los republicanos que Gobiernan, no se logró el número requerido para avalar el presupuesto.
En menos de 24 han fracaso en tres ocasiones: por lo que esta vez será una cuarta discusión con el fin de dotar de presupuesto suficiente el Gobierno trumpista.
El Poder Ejecutivo en manos del republicano, está “trabajando con agencias en todos los ámbitos para identificar dónde se pueden hacer recortes… y creemos que los despidos son inminentes”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), 750 mil funcionarios federales están afectados por este cierre administrativo, que amenaza con prolongarse.
Algunos de esos funcionarios han recibido la notificación de que deben quedarse en casa, sin sueldo, mientras que otros deben seguir acudiendo a su puesto de trabajo, también sin cobrar.
Se trata del primer cierre federal de Gobierno desde el 2019, también con Trump, cuando se produjo el más largo en la historia con más de una mes en paro.
El partido del presidente Trump tiene en el Senado una mayoría de 53 escaños, pero necesita siete votos afirmativos más, al tratarse de una votación presupuestaria.