Un informe reciente ha sacado a la luz que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) ingresaron en al menos cinco ocasiones entre enero y mayo de este año a albergues municipales en la ciudad de Nueva York sin presentar una orden judicial, lo que constituría una violación de las leyes locales diseñadas para proteger a menores de edad, familias migrantes y residentes bajo el estatus de “ciudad santuario”.
Los datos provienen de informes de incidentes compilados por personal de los refugios y publicados por el medio local Gothamist. Estos documentos detallan que, de 23 visitas documentadas de ICE a distintas instalaciones, en cinco casos los agentes federales acudieron a áreas privadas de los albergues o recibieron información sensible sin contar con una orden firmada por un juez, requisito legal que protege a las personas que buscan refugio y servicios en estos espacios.
En dos de los casos, los empleados de los albergues permitieron el acceso de los agentes a zonas restringidas y, en otro incidente, proporcionaron información personal de una ex residente sin verificar si había una orden judicial válida para ello. En otras dos ocasiones, los agentes se abrieron paso evadiendo al personal de recepción, lo que ha elevado las preocupaciones sobre fallas en los protocolos de seguridad y cumplimiento de las normas de la ciudad.
La ley de “ciudad santuario” de Nueva York prohíbe que los funcionarios municipales autoricen la entrada de agentes federales en áreas no públicas de propiedades de la ciudad sin una orden judicial, salvo en circunstancias excepcionales. Estas políticas buscan proteger a los migrantes de detenciones arbitrarias y generar confianza en los servicios públicos.
La publicación de este informe ha avivado el debate político y social en torno a las prácticas migratorias bajo la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la forma en que se aplican las leyes de inmigración frente a los derechos civiles. Activistas por los derechos de los inmigrantes califican estas incursiones como un “aterrorizante” abuso de poder que erosiona la confianza en las instituciones y socava la protección legal que deberían ofrecer las leyes locales a las comunidades vulnerables.
Murad Awawdeh, presidente y director ejecutivo de la Coalición de inmigración de Nueva York, señaló que “ningún neoyorquino debería ser aterrorizado por el ICE al acceder a servicios de la ciudad” y urgió al Ayuntamiento a aprobar leyes más estrictas que refuercen las salvaguardas de los derechos de los migrantes.
Awawdeh añadió que la próxima administración municipal debe comprometerse a garantizar el cumplimiento de las leyes de santuario y capacitar adecuadamente al personal para prevenir violaciones futuras.
Por su parte, el Departamento de Servicios Sociales de la ciudad, responsable de gran parte de los albergues, afirmó que su personal “nunca violó deliberadamente” los protocolos ni las leyes locales. Sin embargo, la falta de órdenes judiciales en múltiples incidentes plantea preguntas sobre el entrenamiento y supervisión interno, así como sobre la interacción entre autoridades municipales y federales en un contexto de creciente presión migratoria.
Este caso se inscribe dentro de un panorama más amplio de tensiones entre políticas migratorias federales y leyes locales en varias jurisdicciones de Estados Unidos, donde las ciudades santuario tratan de equilibrar la cooperación con las agencias federales y la protección de los derechos de sus residentes.