Estados Unidos se encuentra en la recta final hacia las elecciones presidenciales de 2024, y el ambiente está cargado de incertidumbre y expectativa. A solo una semana del día oficial de votación, más de 42 millones de ciudadanos ya han emitido su voto de manera anticipada, lo que refleja la gran participación y el interés en una de las contiendas más reñidas de los últimos tiempos. Sin embargo, las encuestas muestran un escenario complejo y dividido, sin un claro ganador, lo que mantiene al país en vilo.
Las encuestas han sido dispares, con algunos estudios que otorgan una ligera ventaja a la actual vicepresidenta Kamala Harris, quien busca convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos, y otros que favorecen al expresidente Donald Trump, quien aspira a regresar a la Casa Blanca. Incluso, algunas encuestas reflejan un empate técnico entre ambos candidatos, lo que añade más tensión a una contienda donde cada voto será crucial.
Uno de los sondeos más recientes, realizado por ABC News/Ipsos, coloca a Harris como ganadora, con un 51% de los votos, frente al 47% de Donald Trump. Este margen, aunque ajustado, sugiere que la candidata demócrata podría estar en una posición favorable. Sin embargo, otros estudios como el de CBS News/YouGov muestran una menor diferencia, proyectando que Harris obtendría el 48,2% de los votos, dejando el resultado aún más abierto a la incertidumbre.
Los llamados "swing states" o estados bisagra jugarán, una vez más, un papel determinante en la elección. Estos estados, que no tienen una clara preferencia partidaria y suelen cambiar de partido de una elección a otra, son cruciales para definir al próximo presidente. Según el análisis de FiveThirtyEight, siete estados se perfilan como los más disputados en esta elección: Arizona, Georgia, Míchigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin, los cuales distribuyen un total de 93 votos electorales.
De acuerdo con esta encuesta, los republicanos liderados por Trump tienen ventaja en cinco de estos siete estados, mientras que Harris se impone en Wisconsin y Míchigan. No obstante, las diferencias en estos territorios son mínimas, por lo que los resultados podrían variar conforme avance la jornada electoral, y cualquier giro de última hora en estos estados clave podría inclinar la balanza hacia cualquiera de los dos candidatos.
Por otro lado, hay estudios que proyectan un panorama más positivo para Donald Trump. El Wall Street Journal publicó una encuesta que muestra a Trump superando a Kamala Harris con un 47% de los votos, frente al 45% de la candidata demócrata. En otro sondeo realizado por HarrisX/Forbes, Trump alcanza el 51% de la preferencia electoral, lo que refuerza la percepción de que su regreso a la Casa Blanca es posible.
El expresidente ha consolidado una fuerte base de seguidores, especialmente entre los votantes de las zonas rurales y aquellos que creen que la administración Biden no ha logrado cumplir con las expectativas en temas clave como la economía, la inmigración y la seguridad. Además, la campaña de Trump ha sido eficaz en apelar a estos segmentos del electorado, manteniendo un discurso populista y de confrontación que sigue resonando entre sus simpatizantes.
El hecho de que más de 42 millones de estadounidenses hayan votado antes del día oficial de las elecciones sugiere que estas elecciones podrían registrar una participación histórica. El voto anticipado se ha convertido en una tendencia cada vez más común en los últimos ciclos electorales, y es un indicador de la alta motivación de los votantes por influir en el futuro del país.
Ambos candidatos han animado a sus seguidores a acudir a las urnas de manera temprana, conscientes de que movilizar a su base electoral es clave en una elección tan cerrada. A pesar de los esfuerzos de los candidatos, el ambiente sigue siendo de alta polarización, y cualquier evento inesperado durante los próximos días podría alterar el curso de la elección.
A solo unos días de que Estados Unidos elija a su próximo presidente, el país sigue dividido. Las encuestas no ofrecen un ganador claro y los márgenes de diferencia entre Kamala Harris y Donald Trump son pequeños, lo que deja todo por decidir en los días finales de campaña. Los estados bisagra serán el epicentro de esta contienda, y su resultado determinará si Harris hace historia como la primera mujer presidenta de Estados Unidos o si Trump logra un sorpresivo regreso a la Casa Blanca. En cualquier caso, el próximo 5 de noviembre será un día decisivo para el futuro del país.