El Buró Federal de Investigación (FBI) reveló este jueves los detalles de una red de apuestas deportivas y manipulación de juegos de póker que involucra a figuras activas y exmiembros de la NBA, así como a integrantes de la mafia italiana.
Durante una conferencia de prensa, la agencia confirmó el arresto de 30 personas, entre ellas Chauncey Billups, actual entrenador de los Portland Trail Blazers; Terry Rozier, jugador de los Charlotte Hornets; y Damon Jones, exjugador y exasistente técnico de la liga.
La investigación, que lleva más de cuatro años en curso, se dividió en dos grandes frentes. El primero, denominado “Operación Nada Más Que Red”, descubrió un esquema de apuestas ilegales basado en información privilegiada obtenida de jugadores y entrenadores. Los implicados utilizaron datos confidenciales —como lesiones, rotaciones y estrategias— para realizar apuestas que generaban ganancias de decenas de miles de dólares por jugada.
El segundo caso, “Operación Escalera Real”, se enfocó en una red nacional de fraude en partidas de póker clandestinas que operaban en zonas exclusivas como Los Hamptons, Miami, Las Vegas y Manhattan. Según el FBI, los acusados manipulaban los juegos mediante tecnología avanzada de trampa, incluyendo máquinas barajadoras alteradas, lentes de contacto especiales, bandejas de fichas con cámaras ocultas y mesas equipadas con rayos X.
De acuerdo con la investigación, Terry Rozier habría avisado a los involucrados que saldría lesionado de un partido el 23 de marzo de 2023, lo que permitió apostar en su contra más de 200 mil dólares. Tras abandonar el juego a los nueve minutos, las apuestas se tradujeron en fuertes ganancias, repartidas en su propia casa.
El FBI también reveló que Jontay Porter, exjugador de los Toronto Raptors, fue forzado a participar en el esquema por deudas de juego acumuladas. Entre las franquicias afectadas se encuentran los Charlotte Hornets, Portland Trail Blazers, Los Angeles Lakers y Toronto Raptors.
La investigación, realizada en conjunto con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, incluyó miles de horas de video y más de dos docenas de órdenes de cateo en distintos estados. Las pérdidas totales para las víctimas superan los siete millones de dólares, con un caso individual que rebasa los 1.8 millones.
Aunque ambos casos son legales y logísticamente distintos, tres personas aparecen en ambas investigaciones, entre ellos Damon Jones, señalado como intermediario entre jugadores activos y organizadores de las apuestas.
Hasta el momento, la NBA no ha emitido un comunicado oficial, pero se espera una respuesta en las próximas horas ante la magnitud del escándalo, que podría derivar en suspensiones indefinidas o expulsiones.
La liga ha reiterado en múltiples ocasiones su política de “tolerancia cero” hacia las apuestas ilegales y la manipulación de resultados. Sin embargo, este caso representa uno de los mayores golpes a la credibilidad del baloncesto profesional en la historia reciente.