Tras más de una década de espera, el exfutbolista fue investido caballero del Imperio Británico por el rey Carlos III en Windsor Castle.
El eterno número 7 del Manchester United y uno de los íconos globales del fútbol británico, David Beckham, acaba de sumar a su historial el reconocimiento más alto que puede recibir un ciudadano del Reino Unido. En una ceremonia celebrada en el castillo de Windsor, el rey Carlos III lo nombró oficialmente Sir David Robert Joseph Beckham, sellando así un honor que el exfutbolista esperó durante más de diez años.
“Este es el momento del que me siento más orgulloso. Amo a mi país y recibir este reconocimiento de Su Majestad significa muchísimo para mí”, declaró visiblemente emocionado tras la ceremonia, en la que estuvo acompañado por sus padres y su esposa, Victoria Beckham, ahora reconocida como Lady Beckham.
Beckham fue propuesto para el título de caballero en 2011, pero su nominación quedó suspendida después de que se le relacionara con un esquema de inversión fiscal considerado irregular. Aunque nunca fue condenado, el episodio afectó su reputación y detuvo su ascenso en el sistema de honores británico.
Una década después, la Hacienda del Reino Unido lo exoneró, despejando el camino hacia la distinción que tanto anhelaba.
En 2017, la filtración de correos privados reveló cuánto deseaba el reconocimiento: en uno de ellos, expresaba frustración por no haber sido considerado, lo que desató una ola de críticas. Su entorno aseguró entonces que los mensajes fueron manipulados y sacados de contexto, pero la imagen de su ambición quedó marcada.
Más allá del glamour y las portadas, el nuevo “Sir” ha dedicado gran parte de su vida a causas sociales. Desde 2005 es embajador de UNICEF, y en 2015 creó el Fondo 7, destinado a combatir la malnutrición infantil, el VIH y la violencia contra niños y adolescentes.
“Todo lo que hago, lo hago por amor. No porque tenga que hacerlo, sino porque creo que es importante”, ha repetido en varias ocasiones.
En reconocimiento a esa labor, UNICEF lo ha descrito como “uno de los colaboradores más comprometidos y generosos” de su historia.
En los últimos años, Beckham ha estrechado lazos con Carlos III. En 2024 fue nombrado embajador de The King’s Foundation, organización dedicada a la sostenibilidad y la educación ambiental.
Ambos comparten una pasión inesperada: la apicultura. Durante un evento, Beckham incluso obsequió al monarca un frasco de miel producida por sus propias colmenas. “Fue inspirador escucharlo hablar de su trabajo y compartir consejos de apicultura”, confesó entonces.
El acto en Windsor reunió a su esposa Victoria y a sus padres, figuras constantes en su vida. Beckham lució un traje gris diseñado por su esposa, quien también recibió su propia distinción en 2017 por su contribución al mundo de la moda.
“El Rey estaba bastante impresionado con mi traje”, bromeó Beckham. “Busqué fotos suyas de joven, con esos chaqués elegantes, y pensé: ‘Eso quiero llevar’. Mi esposa lo diseñó para mí”.
Aunque su investidura ha sido celebrada por millones de seguidores en el Reino Unido y el extranjero, también ha generado debate. Algunos opinan que el sistema de honores favorece a celebridades antes que a ciudadanos anónimos.
La columnista Zoe Williams, de The Guardian, consideró el nombramiento “un recordatorio del absurdo sistema de clases británico”, mientras que Catherine Pepinster, en The Telegraph, pidió “dar mayor reconocimiento a los voluntarios antes que a las figuras públicas”.
Beckham, sin embargo, ha preferido mantenerse al margen de la polémica.
“He tenido una carrera afortunada, pero recibir un honor como este está más allá de lo que jamás imaginé”, dijo. “Para un chico nacido en Leytonstone, ser reconocido por el Rey es algo que jamás olvidaré”.
Con este nombramiento, Sir David Beckham no solo se consagra como leyenda del deporte británico, sino también como un símbolo de perseverancia, elegancia y amor por su país.