La Cumbre de los BRICS 2024, celebrada en Durban, Sudáfrica, fue un evento clave que reunió a las economías emergentes más influyentes del mundo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Uno de los principales temas discutidos fue la expansión del bloque, reflejando el deseo de aumentar la influencia global de los BRICS en un contexto geopolítico cada vez más polarizado.
Uno de los resultados más significativos de esta cumbre fue la decisión de expandir el grupo, sumando nuevos miembros a partir de 2025. Entre los países que se mencionaron para integrarse están Argentina, Irán, Arabia Saudita, Egipto, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos. Esta expansión es vista como un paso estratégico para consolidar una alianza geopolítica y económica más robusta, que pueda contrarrestar la influencia de bloques tradicionales como el G7.
La expansión tiene implicaciones significativas, ya que aumenta el alcance de los BRICS en regiones clave como América Latina, el Medio Oriente y África. El objetivo principal de esta ampliación es promover un orden mundial multipolar y dar voz a las economías en desarrollo en temas críticos como el comercio, el cambio climático y las finanzas globales.
Otro de los temas cruciales discutidos fue la posibilidad de reducir la dependencia del dólar estadounidense en las transacciones comerciales entre los miembros del bloque, un tema impulsado especialmente por Rusia y China. La idea de establecer una moneda común o crear mecanismos de comercio basados en monedas locales fue discutida, con el objetivo de facilitar las transacciones entre los países miembros y sus socios comerciales sin tener que recurrir al dólar.
Aunque no se llegó a un acuerdo definitivo sobre la creación de una moneda común, el tema sigue siendo prioritario, especialmente para China y Rusia, que buscan alternativas al sistema financiero dominado por el dólar y las instituciones financieras occidentales.
La cooperación económica fue otro tema de vital importancia. Los países del BRICS firmaron una serie de acuerdos para aumentar el comercio y la inversión mutua, enfocándose en sectores clave como la energía, la tecnología y la infraestructura. Además, se discutió el fortalecimiento del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), también conocido como el "banco de los BRICS", para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en los países miembros y otros países en desarrollo.
La cumbre también abordó temas relacionados con el cambio climático, con un enfoque en cómo los países BRICS pueden colaborar para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y reducir las emisiones de carbono, sin comprometer el crecimiento económico. La transición energética fue un punto central, con especial atención en la cooperación para promover energías renovables y mejorar el acceso a tecnologías limpias.
La guerra en Ucrania y las tensiones entre Estados Unidos y China marcaron el contexto geopolítico de la cumbre. Rusia, representada por el presidente Vladimir Putin mediante videollamada, hizo un llamado a fortalecer las alianzas dentro del BRICS para resistir lo que llamó “presiones occidentales”. Mientras tanto, el presidente de China, Xi Jinping, enfatizó la necesidad de que los países del BRICS se unan para enfrentar los desafíos globales sin depender de las potencias tradicionales.
Brasil, bajo la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, también jugó un papel diplomático importante, subrayando la importancia de mantener la paz y el diálogo internacional, y sugirió que el BRICS podría actuar como mediador en conflictos internacionales.
La Cumbre de los BRICS 2024 fue vista como un hito importante en el desarrollo de una nueva arquitectura global. La expansión del bloque, los avances hacia la desdolarización y la intensificación de la cooperación económica y tecnológica refuerzan la intención de estos países de fortalecer su influencia en el escenario internacional. A medida que el bloque se expanda y evolucione, su impacto en las dinámicas globales será cada vez más significativo, especialmente en términos de política económica y geopolítica.
Esta cumbre subrayó que los BRICS se posicionan no solo como una alianza económica, sino también como una fuerza geopolítica que busca reconfigurar el equilibrio de poder mundial.