Un video publicado en redes sociales por Daniella Cabello Contreras, hija del influyente dirigente chavista Diosdado Cabello, ha desatado una ola de reacciones y críticas tanto dentro como fuera de Venezuela. En la grabación, difundido durante un acto masivo de alistamiento militar promovido por el gobierno de Nicolás Maduro, la joven afirmó con vehemencia que “Dios está con nosotros, es venezolano y chavista”, comentario que muchos usuarios calificaron como una mezcla de política con religión que ha encendido controversias en plataformas digitales.
La declaración se produjo en un contexto internacional marcado por la creciente presencia militar de Estados Unidos en el Caribe en operaciones que Washington sostiene son parte de su estrategia para combatir el narcotráfico. Caracas, sin embargo, ha denunciado estas acciones como una amenaza a su soberanía y ha exigido el cese inmediato del despliegue estadounidense ante organismos internacionales.
En el video, Cabello Contreras también destacó la preparación de la juventud venezolano en tiempos de paz, aunque advirtió que el país está “listo si nos toca ir a la guerra”. Su intervención, aplaudida por simpatizantes del oficialismo, fue ampliamente criticada por opositores y comentaristas independientes,quienes señalaron la instrumentalización de creencias religiosas para reforzar una narrativa partidista. Muchos internautas respondieron con memes, burlas y mensajes de rechazo, argumentando que “Dios no tiene pasaporte ni partido político”.
Análisis políticos señalan que la declaración de la hija de Cabello se inserta en una estrategia más amplia del régimen para consolidar apoyo interno mediante discursos emotivos que apelan tanto el nacionalismo como a la fe religiosa, en un momento en que las sanciones internacionales y las tensiones diplomáticas con Estados Unidos se intensificaran. Esta retórica coincide con declaraciones recientes del propio Diosdado Cabello, quien ha acusado a Washington de buscar provocar conflictos y ha defendido la postura del gobierno chavista ante la comunidad internacional.
La controversia ha generado un debate más amplio sobre los límites entre política, religión y propaganda en Venezuela, donde discursos polarizantes han sido una constante en los últimos años. Mientras los seguidores del oficialismo defienden la declaración de Cabello Contreras como una muestra de orgullo patriótico, críticos la tildan de irresponsable y peligrosa, especialmente en momentos de fragilidad diplomática y militar.
El impacto de estas palabras continúan repercutiendo en redes sociales y medios de comunicación, alimentando tanto el apoyo como el rechazo en una Venezuela que sigue profundamente dividida y bajo la lupa de la opinión internacional.