Expertos aseguran que el juguete en tendencia ‘Pop it’, ha mostrado ser más que un utensilio de entretenimiento para niños, ya que este podría tener una relación estrecha para apoyar en el estímulo de pacientes con trastornos relacionados con la ansiedad y el estrés.
Este juguete está elaborado de silicona flexible compuesto de patrones con varias franjas y burbujas listas para ser aplastadas; en varios establecimientos puedes encontrar gran variedad de diseños, formas y combinaciones abstractas de colores chillantes.
Debido al estímulo sensorial que es ejercido en este tipo de juguetes, los expertos en juegos didácticos afirmaron que esta actividad ayuda a reducir la ansiedad y el estrés.También fue visible un cambio en patologías como el autismo, Trastornos de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), problemas de concentración, entre otras. Por su parte, en una nota realizada por el Clarín, un especialista en pediatría y terapia ocupacional confirmó que la manipulación de estas texturas ayudan a favorecer la concentración, lo cual favoreció la obtención de una sensación calmante.