Existen muchas versiones sobre el origen de esta tradición, de acuerdo con la cadena ‘BBC’ remonta a finales del siglo XIX, en 1880 cuando la burguesía española imitó a la francesa y comenzó a comer cada Año Nuevo uvas y a tomar vino.
Mientras que la segunda teoría tiene su origen en 1909, cuentan que los productores de Alicante, al sureste de España, tenían un exceso de cosecha de uvas en ese año y utilizaron publicidad engañosa para poder venderlas.
Los comerciantes aseguraban que comer 12 uvas en Año Nuevo traería suerte, por lo que el producto comenzó a comercializarse con éxito.
A principios del siglo XX la tradición se extendió por toda España y posteriormente llegó a países de América Latina.
La tradición de las uvas es para atraer salud, dinero, amor, éxito, etc. Cada una representa un propósito o deseo para el año que está comenzando, el cual se debe pedir mientras se come cada uva.
Cada una representa a un mes del año y deben ser comidas mientras el reloj da las 12 campanadas, en caso de hacerlo a tiempo tendrás buena suerte.