Ciudad de México – La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó este lunes que el Papa León XIV recibió oficialmente la invitación para realizar una visita a territorio mexicano, aunque hasta el momento no se ha establecido una fecha concreta para el viaje. El anuncio se dio en el marco de una llamada telefónica que la mandataria sostuvo con el pontífice este 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, una de las celebraciones religiosas más profundas en el país.
Durante la conversación Sheinbaum subrayó que, más allá de las creencias religiosas y respetando la laicidad del Estado, la figura de la Virgen de Guadalupe representa un símbolo de identidad, paz y unidad para millones de mexicanos. El Papa envió bendiciones y saludos al pueblo mexicano con motivo de la conmemoración, lo cual fue destacado por la presidenta como un gesto significativo hacia la relación entre México y la iglesia católica.
Aunque el Gobierno federal dio el anuncio como un paso importante en las relaciones diplomáticas con la Santa Sede, fuentes oficiales han aclarado que no existe aún una fecha definida para una eventual visita del pontífice a México. A pesar de ello la invitación formal fue bien recibida y se percibe como un acercamiento significativo entre el Estado mexicano y la iglesia, en un país donde aproximadamente siete de cada diez personas se identifican como católicos.
La invitación se da en medio de una agenda pública destacada por la intensa devoción a la Virgen de Guadalupe, que cada año atrae a millones de peregrinos a la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México. En la Santa Sede, el Papa León XIV presidió por primera vez una misa en honor a la Guadalupana, en la que hizo llamados por la protección de los jóvenes y la unidad entre naciones, fortaleciendo los lazos espirituales y culturales que unen a México con el Vaticano.
Para fortalecer aún más este vínculo, la Secretaría de Gobernación a través de la titular Rosa Icela Rodríguez, ha participado en acercamientos con representantes del Vaticano y ha planteado la entrega de una carta formal de invitación al pontífice, reiterando el interés del Gobierno mexicano en concretar la visita.
Mientras tanto, la visita del Papa a México permanece como una posibilidad abierta, cargada de simbolismo y expectativa, a la espera de que el interés expresado se traduzca, eventualmente, en una fecha concreta.