En tan solo 24 horas, Michoacán vivió una jornada marcada por movilizaciones y actos de violencia que para muchos es justificable. Piden justicia por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, ocurrido la noche del pasado sábado 1 de noviembre en el centro de ese municipio.
En la capital del estado, miles de estudiantes universitarios salieron a las calles para demandar el esclarecimiento del crimen. La marcha, convocada de manera pacífica, fue interrumpida por integrantes del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), lo que derivó en enfrentamientos y disturbios, tal como ocurrió el domingo anterior.
Cerca de tres mil estudiantes partieron desde dos puntos: el monumento a Las Tarascas y el monumento a Lázaro Cárdenas, hasta confluir frente al Palacio de Gobierno de Morelia. En su trayecto por la avenida Madero, uno de los contingentes hizo escala en la sede del Poder Legislativo, donde continuó su protesta de manera pacífica.
Durante las protestas, la reportera Dalia Villegas de la agencia Quadratin denunció que autoridades la mantuvieron retenida y le hicieron borrar sus videos en los que documentó la manifestación en palacio de gobierno.
En tanto, las manifestaciones en Uruapan cumplen ya tres días consecutivos. Hasta ahora lo más hostil se presentó la noche del lunes, cuando cientos de habitantes marcharon nuevamente y provocaron destrozos en dos estaciones del Teleférico, donde se enfrentaron a elementos antimotines de la Guardia Civil y prendieron fuego en las estaciones 3 y 4, hechos que dejaron varias personas detenidas por actos vandálicos.
Vecinos de San Lorenzo bloquearon la carretera Uruapan–Carapan, a la altura de la desviación hacia Los Reyes, mientras que estudiantes de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y de la Universidad Politécnica iniciaron un paro de actividades sobre la avenida Lázaro Cárdenas, conocida también como la “Pista Vieja”.