
El miedo está en la calle… y en la casa, en la escuela, en el transporte, en los cajeros y hasta en las banquetas vacías después del anochecer. Hoy, los datos lo confirman.
En junio de 2025, el 63.2% de la población mayor de 18 años en México consideró que vivir en su ciudad es inseguro. Así lo revela la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en uno de los informes más sombríos del año.
El dato representa un aumento respecto al trimestre anterior —marzo de 2025— cuando la percepción de inseguridad fue de 61.9%, y también supera el nivel registrado en junio de 2024, cuando fue de 59.4%. A pesar de la baja en los homicidios reportada por el gobierno federal, la percepción ciudadana va en sentido contrario… y marca su mayor nivel desde diciembre de 2022.
La encuesta se aplicó en 91 áreas urbanas del país. Y los resultados muestran un deterioro progresivo: el miedo no sólo persiste, sino que condiciona la vida cotidiana. En diez ciudades, la sensación de inseguridad aumentó significativamente respecto al trimestre anterior; solo en seis hubo una ligera mejora.
Culiacán encabeza la lista de ciudades más inseguras
La capital de Sinaloa, Culiacán Rosales, se convirtió en la ciudad con mayor percepción de inseguridad del país: el 90.8% de sus habitantes considera riesgoso vivir allí. Le siguen de cerca Ecatepec de Morelos (90.7%), Uruapan (89.5%), Tapachula (88.1%) y Ciudad Obregón (88%).
En el otro extremo, las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron San Pedro Garza García, Nuevo León, con apenas un 11%; Piedras Negras, Coahuila (16.9%); la alcaldía Benito Juárez en Ciudad de México (22%); Saltillo, Coahuila (23.5%); y Puerto Vallarta, Jalisco (27.3%).
Mujeres, más vulnerables: el 68.5% se siente insegura
La encuesta también documenta una persistente y preocupante brecha de género. Mientras el 68.5% de las mujeres declararon sentirse inseguras en su ciudad, el porcentaje entre los hombres fue del 56.7%. Es decir, siete de cada diez mujeres temen por su seguridad en espacios urbanos.
Los lugares donde más se percibe riesgo son los cajeros automáticos ubicados en vía pública (72.2%), el transporte colectivo (65%), las calles que se transitan a diario (63.7%) y las carreteras (57.9%).
La inseguridad ha modificado la forma en que millones de personas se relacionan con su entorno. El 42.7% ha dejado de portar objetos de valor como joyas, relojes o tarjetas; el 42.4% evita permitir que menores salgan solos; el 38% ha dejado de caminar por las calles durante la noche, y el 24.7% ha reducido o cancelado visitas a familiares y amigos.
Estos ajustes son estrategias individuales frente a una institucionalidad que muchos consideran ineficaz.
El estudio de INEGI también reveló que la confianza en las fuerzas de seguridad pública varía significativamente. La Marina, la Fuerza Aérea y el Ejército concentran los niveles más altos de confianza ciudadana. Sin embargo, la Guardia Nacional, las policías estatales y las corporaciones municipales obtienen apenas un 46.4% de aprobación.
¿Más detenciones, menos homicidios? La percepción no cambia
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los homicidios dolosos han bajado 24.5% en los primeros nueve meses del gobierno de Claudia Sheinbaum, comparado con el cierre del sexenio anterior. De 86.9 asesinatos diarios que se reportaban en septiembre de 2024 (último mes de gobierno de AMLO), se ha pasado a 65.6 en junio de este año.
También se ha informado de más de 25 mil personas detenidas por delitos de alto impacto y la incautación de más de 180 toneladas de droga.
Pero ni las cifras de éxito ni las narrativas institucionales logran revertir la percepción generalizada de miedo.