
La tranquilidad de la Universidad Politécnica de Tulancingo (UPT) se rompió el pasado viernes 25 de julio cuando, en pleno horario escolar, un estudiante identificado como Manuel se levantó de su pupitre y golpeó violentamente a su profesor en medio de una clase. El hecho fue captado en video por otro alumno y, en cuestión de horas, se volvió viral en redes sociales, generando un intenso debate sobre la violencia escolar, la omisión institucional y la seguridad en los espacios académicos.
La grabación, de apenas unos segundos, muestra el instante en que Manuel encara al docente mientras le grita: “¡Vuélvete a burlar de mí!” para después lanzarle varios puñetazos directos al rostro. El profesor, identificado por fuentes universitarias como Ángel, cae al suelo, intenta levantarse y recibe una patada más que lo derriba nuevamente. En el video también se escucha la voz de una joven alumna que interviene, pidiendo al agresor que se calme y advirtiendo que acudirán a la Dirección.
La agresión no terminó ahí. El estudiante escupió junto al profesor y, visiblemente alterado, lanzó insultos y amenazas antes de que sus compañeros lograran contenerlo. Entre los gritos, se escucha también una frase contundente: “De mí no te vas a volver a burlar, hijo de tu p… madre”.
Quejas previas ignoradas
Lo ocurrido no fue un hecho aislado. De acuerdo con testimonios recabados entre la comunidad estudiantil, el maestro ya había sido señalado anteriormente por presuntos actos de acoso y burlas constantes hacia los alumnos. Varios estudiantes presentaron un escrito dirigido al rector de la universidad, Felipe Olimpo, denunciando la conducta del docente y solicitando su intervención. Sin embargo, aseguran que la petición fue ignorada y no se tomaron medidas.
Tras la viralización del video, la Universidad Politécnica de Tulancingo emitió un comunicado en el que condenó “cualquier acto de violencia que atente contra la integridad de la comunidad académica” y anunció la separación temporal tanto del alumno como del docente mientras el caso es analizado por el Consejo Académico.
La institución informó que se brindará acompañamiento psicológico y asesoría legal a los integrantes de la comunidad que así lo soliciten, además de garantizar que la investigación se realice bajo lineamientos colegiados para determinar las sanciones correspondientes.
La Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) confirmó el incidente y respaldó la decisión de la UPT, subrayando que se trata de un caso que “no puede normalizarse” y que debe resolverse bajo los principios de integridad y respeto.
Postura sindical y denuncias legales
El Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Politécnica de Tulancingo (SUTUPOT), al que pertenece el profesor agredido, condenó los hechos y exigió que el caso sea procesado no solo con base en el reglamento interno de la universidad, sino también en el Código Penal del Estado de Hidalgo.
A su vez, el Sindicato Único de Docentes y Administrativos de la Metropolitana (SUDAMET) emitió un pronunciamiento en el que calificó lo sucedido como un acto que “vulnera derechos fundamentales y genera un clima de inseguridad que atenta contra la integridad física, emocional y laboral de los educadores”.
Ambos sindicatos pidieron medidas urgentes para garantizar condiciones laborales seguras en las universidades del país y advirtieron que la violencia contra docentes es una problemática creciente que no puede ser minimizada.
Mientras tanto, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) confirmó que tanto el alumno como el profesor interpusieron denuncias formales. El estudiante lo hizo por violencia escolar, mientras que el docente presentó una querella por lesiones y amenazas. El proceso se encuentra en etapa inicial.