José Rodrigo Aréchiga Gamboa, es el nombre del sicario conocido como "El Chino Ántrax". Perteneció al grupo cercano de Ismael "El Mayo" Zambada, líder de una facción del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con informes periodísticos, este joven nunca tuvo planeado pertenecer a una de las organizaciones criminales más poderosas de México y el mundo, pues aseguran, su sueño era ser piloto del Ejército Mexicano. Sin embargo, no habría pasado el examen físico y padecía una enfermedad en la piel que produce salpullido, lo que derivo que fuera considerado NO apto para las tereas castrenses.
“El Chino Antrax” nació en la capital de Sinaloa. Perteneció a una familia de escasos recursos. Desde pequeño asistió a escuelas públicas y tomaba el transporte público para trasladarse.
Algunas versiones señalan de a temprana edad, su padre lo apoyó para formar un negocio propio de hamburguesas y hot dogs en las calles de Culiacán; pero el emprendimiento fracasó rápidamente porque NO generaba lo suficiente.
Al pasar de los años, se casó y tuvo la necesidad de mantener a su esposa y ser el sustento de su familia, por lo que decidió acercarse a sus amigos de la infancia que se dice, eran hijos nada más y nada menos que de “El Mayo” Zambada, para poder así, generar mayores ingresos realizando actividades ilícitas.
Aquellos que han investigado sobre su vida, comentan que una vez dentro de las filas del crimen organizado, Aréchiga Gamboa tenía encargos pequeños para el Cártel de Sinaloa, tales como patrullar, transportar mercancía, resguardar algunas bodegas o simplemente lavar autos. Pero con el tiempo logró posicionarse dentro de la organización hasta convertirse en líder de un grupo de sicarios conocido como "Los Ántrax", brazo armado de la organización criminal encabezada en ese entonces por “El Mayo” y “El Chapo”.
Cuando estalló la guerra entre el Cártel de los Beltrán Leyva y el Cártel de Sinaloa, en el 2008. "El Chino Ántrax" tuvo la misión de proteger a Vicente Zambada Niebla, mejor conocido como "El Vicentillo" primogénito de “El Mayo”.
Un año después (2009), "El Vicentillo" fue arrestado y extraditado a Estados Unidos en 2010. A partir de este suceso, fuentes policiales señalan que Aréchiga evadió la justicia con ayuda de una identidad falsa que él mismo se creó utilizando el nombre de un ciudadano mexicano fallecido. Además, cambió su apariencia mediante cirugías plásticas e incluso trató de borrarse las huellas dactilares. Sin embargo, el hijo de Zambada colaboró con la justicia estadounidense revelando detalles de los integrantes de la organización criminal, incluído “El Chino Antrax”, provocando que en 2013, fuera capturado en el aeropuerto de Ámsterdam
Para julio de 2014, Aréchiga Gamboa fue extraditado a San Diego, California, y en 2015 se declaró culpable de conspiración para importar cocaína y marihuana.
Cuando fueron las audiencias para determinar su relación con “La Mayiza”, el abogado de Aréchiga dijo que su cliente y los hijos de Zambada, fueron a la escuela junton, jugaron juntos, participaron en deportes juntos, asistieron a los mismos eventos sociales, y por supuesto, se convirtieron en mejores amigos.
El Chino Ántrax” pasó más de 5 años en prisión y fue liberado en marzo de 2020 para cumplir el resto de su condena bajo libertad condicional durante otros cinco. Sin embargo, cuando un oficial visitó su residencia en California como parte de una visita programada, no lo encontró y se emitió una nueva orden de arresto.
10 días después de su fuga, en la comunidad de Ayuné en Sinaloa, se difundió la noticia de que al menos tres personas habían sido asesinadas al interior de su camioneta.
¿Las víctimas?... “El chino Ántrax”, su hermana, y su cuñado.
El sicario alcanzó fama en redes sociales, donde cada que tenía la oportunidad, no dudaba en compartir imágenes presumiendo su vida llena de lujos y derroche.
Por ejemplo, tinas llenas de champaña, vehículos deportivos en las ciudades más famosas de Europa, y en jets privados.
También aprovechó su fama y poder para rodearse de modelos que terminaban por ser sus parejas y entrar al crimen organizado.
De esta forma acabó “El Chino Ántrax”, un sicario que rápidamente ganó popularidad entre los miembros del crimen organizado y sus cómplices, por venir de abajo, obtener lujos, ser cercano a la familia Zambada; y compartir cada movimiento que hacía a través de las redes sociales.