El crimen organizado y la violencia que trae consigo no discrimina. Antes se decía que eran pleitos solamente entre ellos, entre narcos. Pero ese discurso cambió y evolucionó, pues en los blancos ahora se encuentran comerciantes, locatarios, iglesias, gente inocente, y ahora, escuelas.
Un grupo de hombres armados provocó un incendio en la fachada del Colegio Azteca, una institución privada con más de 20 años de operación en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, ubicada en la esquina de Manuel Bonilla y Río Quelite, en la colonia Guadalupe.
Estos hechos ocurrieron la noche del lunes 17 de noviembre, alrededor de las 10 de la noche. De acuerdo con reportes oficiales, los agresores estrellaron un vehículo contra una cochera lateral del plantel. Una vez que el automóvil quedó estrellado en las instalaciones del plantel educativo, sujetos se bajaron, rociaron gasolina y le prendieron fuego.
Las llamas se propagaron rápidamente, alcanzaron parte del inmueble el cual quedó con toda la fachada ahumada por el calor de la lumbre. Afortunadamente no se registraron personas lesionadas debido a que el ataque ocurrió fuera del horario escolar.
Los daños materiales y el clima de preocupación entre los padres de familia llevaron a la institución a suspender actividades presenciales y trasladar las clases a modalidad en línea de manera temporal.
De acuerdo con la Fiscalía Estatal, hasta el momento no se ha presentado la denuncia correspondiente por el ataque.
Pero esto no es nuevo. Este es el segundo incidente reciente contra el mismo colegio. Según medios locales hace algunas semanas sujetos lanzaron presuntas bombas molotov, pero en ese entonces no cumplieron su cometido.
Las autoridades señalan que, en el contexto del recrudecimiento de la violencia en la ciudad, se han registrado ataques contra aproximadamente 150 inmuebles; sin embargo, este es el primero dirigido a un centro educativo.