
Una protesta estudiantil en el Centro de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios (CETis) No. 78, se tornó violenta la tarde del miércoles 17 de septiembre. Este plantel está ubicado en Tampico Altamira, Tamaulipas.
Un grupo de alumnos agredió físicamente al director del plantel, Julio César Barrón Morales, a quien acusan de presuntas conductas indebidas en contra de varias alumnas. La manifestación comenzó de forma pacífica, con consignas que exigían la destitución del directivo. Sin embargo, la situación se intensificó cuando los estudiantes inconformes se dirigieron al área administrativa y confrontaron a su director, quien intentó dialogar con ellos.
Durante el enfrentamiento, el director fue golpeado con puños, patadas y distintos objetos.
Posteriormente, el directivo fue arrastrado hasta el patio principal del plantel, donde continuaron las agresiones.
Al mismo tiempo, otros alumnos vandalizaron distintas instalaciones, incluyendo salones de clases, oficinas administrativas y el área de cocina.
Elementos de la Guardia Estatal acudieron al lugar para intervenir, pero debido a la magnitud de los disturbios, optaron por evacuar al director para resguardar su integridad física.
Los hechos han generado preocupación entre padres de familia y la comunidad educativa, quienes exigen una pronta respuesta de las autoridades.
La Secretaría de Educación de Tamaulipas no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre lo ocurrido. Tampoco se han confirmado denuncias penales contra los presuntos responsables, ni se ha informado si se abrirá una investigación administrativa al interior del plantel.
Quien sí se pronunció, pero muy por encima, fue la vocería estatal. Informó que desde el arribo de las corporaciones, se implementaron acciones de seguridad con el propósito de salvaguardar la integridad del docente y comunidad escolar. Asimismo, detalló que se llevan a cabo las investigaciones correspondientes.
Una captura de un grupo de whatsapp llamado “QUEMADO CETIS #78” expone la molestia de los alumnos. En este mensaje señalan que las autoridades se pusieron muy estrictas respecto al uso del uniforme y los cortes de cabello, dejando de lado las denuncias importantes sobre supuestos casos de acoso por parte de las autoridades escolares. Fue a partir de ese momento que los ánimos comenzaron a subir de tono.