Marilyn Karina Cote Mendieta, mejor conocida en redes como la “Dra. Marilyn Cote” ha sido señalada por un grupo de médicos y la página “Charlatanes Médicos” como una supuesta impostora en el ámbito de la psiquiatría. La mujer, quien ofrece servicios de psicología y psiquiatría en Puebla y aparentemente también en San Diego, California, se ha convertido en tendencia luego de que varios usuarios y especialistas cuestionaran sus credenciales profesionales. La situación es alarmante porque, según señalan, Cote habría recetado medicamentos controlados sin tener la capacitación ni la autorización necesarias.
La polémica comenzó cuando se difundieron detalles sobre su carrera en redes sociales, y se descubrió que, aunque cuenta con títulos universitarios, estos no están relacionados con la psiquiatría. Según la investigación de “Charlatanes Médicos” y confirmada por medios como Infobae, Cote posee una licenciatura en Derecho por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), una maestría en Criminalística por el Colegio Libre de Estudios Universitarios, y un doctorado en Psicología por la Escuela Libre de Psicología. Sin embargo, no tiene certificación como psiquiatra, ni capacitación que la autorice a recetar fármacos controlados, algo que habría estado haciendo sin cumplir con las normas legales.
En sus plataformas, Cote ha llegado a prometer que los pacientes pueden "superar la depresión y ansiedad en tan solo una semana", un mensaje que generó alertas entre la comunidad médica, que califica estas afirmaciones como engañosas e irresponsables. Con un canal de YouTube bajo el nombre de “Dra. Marilyn Cote” y una página web donde promociona su “Clínica de Neuropsicología Marilyn Cote,” la mujer ha atraído a pacientes de diversas partes del país, quienes podían agendar sus citas en línea. Incluso, Cote publicaba contenido donde aseguraba contar con un equipo de hasta once profesionales, todos hombres, que se desempeñan en su clínica.
No obstante, investigadores de la cuenta “Charlatanes Médicos” y algunos usuarios en redes descubrieron que las imágenes de los “especialistas” en su sitio web no correspondían a médicos reales, sino a modelos de stock utilizados en tiendas en línea. Entre los ejemplos más destacados está la imagen del Dr. Nicholas Wong, que Cote supuestamente presentó como parte de su equipo y que resultó ser un evidente fotomontaje. Además, la presentación de sus "colaboradores" se hizo con fotos editadas y, según señalan los usuarios, no hay rastro de las credenciales de dichos médicos en los registros oficiales.
El caso de Marilyn Cote comenzó a llamar la atención debido al riesgo que representa el acceso indebido a medicamentos psiquiátricos. En algunas publicaciones de redes, pacientes han compartido recetas emitidas por Cote, donde se especifican fármacos controlados que requieren prescripción estricta y autorización profesional en psiquiatría, misma que ella no tiene. La comunidad médica considera que estas acciones ponen en riesgo la salud mental y física de las personas que confiaron en sus servicios, ya que este tipo de medicamentos pueden tener graves efectos secundarios si no se administran con el seguimiento adecuado.
El desenmascaramiento de Cote continuó con la revisión de sus títulos académicos, mismos que, aunque existen, no corresponden a la formación requerida para ofrecer los servicios que publicita. Según el Registro Nacional de Profesionistas en México, Cote cuenta con estudios en Derecho y Psicología, pero ninguno en psiquiatría o medicina general. Sin embargo, en su página de internet y en redes, ella afirma ser egresada del “Centro de Desórdenes Mentales de la Universidad de Oslo,” una institución que no figura entre las acreditadas en su historial académico.
Este caso no solo ha encendido alarmas entre pacientes, sino que ha generado un fuerte rechazo entre la comunidad médica, que advierte sobre los riesgos de confiar en personas que ejercen sin certificación ni permisos adecuados. Ante la viralización de esta información, se exige una mayor regulación y revisión de las plataformas digitales que permiten la autoproclamación de títulos, ya que, según indican expertos, la creciente demanda de servicios de salud mental ha hecho que algunas personas sin la formación adecuada se infiltren en este campo, aprovechándose de la vulnerabilidad de quienes buscan ayuda.
La polémica que rodea a Marilyn Cote también ha abierto un debate sobre la responsabilidad de las redes sociales y plataformas digitales en la validación de profesionales que ofrecen servicios de salud. En su cuenta de Instagram, donde promocionaba sus servicios de neuropsiquiatría y neuropsicología, Cote tiene una amplia audiencia. Esto ha hecho que la comunidad médica y los usuarios de redes soliciten que las plataformas revisen con más rigor las credenciales de las personas que se presentan como especialistas en salud, especialmente en áreas tan delicadas como la psiquiatría.
Hasta el momento, Marilyn Cote no ha hecho ninguna declaración pública respecto a las acusaciones en su contra, ni ha retirado sus perfiles en línea, aunque su página web sigue activa, lo que ha generado indignación entre usuarios y especialistas. Los comentarios en redes sociales van desde quienes piden una investigación formal y sanciones hasta quienes señalan la necesidad de aumentar la conciencia sobre cómo verificar la autenticidad de los profesionales de la salud que se encuentran en internet.
El caso de Marilyn Cote es solo uno de los muchos que ponen de manifiesto la importancia de verificar las credenciales de los profesionales de la salud mental. El abuso de la confianza de los pacientes vulnerables, así como la promoción de métodos de tratamiento no regulados, subraya la necesidad de una mayor supervisión en un sector donde los falsos especialistas pueden causar un daño significativo.