
El cielo de Valle de Bravo, en el Estado de México, fue vigilado durante varios minutos por un avión militar no tripulado, propiedad de Estados Unidos. Voló en círculos durante casi dos horas a 24 mil pies de altura, causando extrañeza entre habitantes y turistas.
Se trató de un MQ-9 Reaper de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, operado a distancia, cuya presencia —trascendió de inmediato— tenía un objetivo específico: un reconocimiento sobre la plaza atribuida a los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, mejor conocidos como “El Pez” y “La Fresa”, líderes del cártel de la Nueva Familia Michoacana.
Según los registros, la aeronave despegó desde San Angelo, Texas, recorriendo varios puntos del territorio mexicano antes de que su señal desapareciera de los radares, lo que encendió las alertas de expertos en seguridad.
Por el momento no existe confirmación pública de su retorno inmediato a suelo estadounidense, pero el tema llegó a la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien rechazó de sobremanera que alguna aeronave extranjera hubiera inspeccionado el territorio.
Además, recordó que, bajo ninguna circunstancia, su administración permitiría una intervención.
Sin embargo, el rastreador de aeronaves Flightradar contradice la postura del Gobierno federal, pues indica que la aeronave militar cruzó la frontera rumbo a Ciudad Acuña, Coahuila, ingresando al espacio aéreo mexicano a la altura de Piedras Negras. Además, está marcado un trazo que atraviesa parte de Saltillo, en Coahuila, San Luis Potosí y Santiago de Querétaro, hasta Valle de Bravo. Toda vez que sobre la entidad mexiquense, el dron mantuvo un patrón de órbitas sostenidas por casi dos horas.
Especialistas consultados por distintos medios describieron la aeronave como “una plataforma de vigilancia con enlace de imagen en tiempo real hacia centros de control”, algo que claramente apuntaría a una cacería silenciosa. Valle de Bravo y su entorno forman un nudo de conectividad clave entre Toluca, Querétaro, Michoacán y la Ciudad de México; un Reaper orbitando a esa altura no persigue con sirenas: observa, graba, marca rutas y perfila patrones.