
La noche del 18 de octubre, cuando el alcalde electo de Misantla, René Omar Jaén Domínguez, regresaba junto a su equipo de trabajo después de entregar ayuda a damnificados en el norte de Veracruz, su camioneta fue interceptada y asaltada con violencia.
El trayecto de regreso transcurría por la carretera Veracruz–Tuxpan, a la altura del entronque con Tihuatlán, una zona que en los últimos meses ha registrado un repunte de asaltos carreteros y robos con violencia. Fue ahí donde un grupo de hombres armados los detuvo y los obligó a entregar una camioneta de su compañero, equipo fotográfico y teléfonos celulares.
Jaén Domínguez, perteneciente al partido Movimiento Ciudadano, relató los hechos a través de un video que publicó en sus redes sociales esa misma noche. En él, se le observa visiblemente alterado, con el semblante tenso pero tratando de mantener la calma frente a la cámara.
“Fuimos víctimas de asaltantes que nos quitaron una camioneta de un compañero, además de equipo fotográfico y celulares… con violencia fue esto. Los amigos que sufrieron este percance son gente buena, gente que venimos a ayudar”, expresó.
Horas antes del incidente, el alcalde electo había compartido otro mensaje en el que mostraba la entrega de despensas, herramientas y congeladores en comunidades del municipio de Álamo, una de las zonas más golpeadas por las lluvias torrenciales de los días 9 y 10 de octubre.
Su caravana estaba compuesta por alrededor de 15 vehículos que salieron de Misantla con cargamentos donados por habitantes del municipio. La jornada transcurrió sin incidentes hasta el regreso, cuando fueron sorprendidos en la oscuridad de la carretera por un grupo de hombres armados que los encañonó para despojarlos de sus pertenencias.
“Fue un incidente desagradable para todo nuestro equipo”, dijo más tarde en su publicación, donde confirmó que todos se encontraban bien físicamente, aunque con nerviosismo y miedo por lo ocurrido.
En el video, Jaén insistió en que “la mayoría de la gente es buena”, pero lamentó que aún existan personas “que ponen en riesgo nuestro patrimonio y lo más importante, nuestra vida y seguridad”.
El hecho ocurrió apenas unas horas después de que el funcionario municipal expresara su satisfacción por haber completado la entrega de apoyos. En su mensaje previo, publicado desde el norte del estado, escribió:
“Nos vamos satisfechos, tristes por la situación en la que se encuentran, por ver que se necesita mucho apoyo, pero contentos por ver la ayuda que ha llegado de los municipios. Hay mucho por hacer.”
El contexto en el que ocurrió el asalto agrava su dimensión: Veracruz enfrenta una de las emergencias más severas de los últimos años. Las lluvias e inundaciones del 9 y 10 de octubre dejaron, según los reportes oficiales más recientes, 34 personas muertas en la entidad y 76 en total en los estados de Puebla, Querétaro e Hidalgo. Además, 14 personas siguen desaparecidas.
Los municipios del norte veracruzano —entre ellos Poza Rica, Álamo y Tihuatlán— fueron los más afectados. Las comunidades permanecen incomunicadas y los daños materiales se extienden a viviendas, cosechas, caminos y escuelas. En medio de ese escenario, Jaén Domínguez y su equipo decidieron organizar por cuenta propia el traslado de víveres y materiales recolectados entre la población de Misantla.
Las autoridades locales no han emitido, hasta el momento, un informe oficial sobre el asalto. Tampoco se ha confirmado si existe una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado. Lo que sí se ha hecho evidente es el temor entre los colaboradores del edil electo, que describen la agresión como un recordatorio de la vulnerabilidad con la que se viaja en las carreteras veracruzanas, incluso para funcionarios públicos.