Con 40 votos a favor, 5 en contra y 2 abstenciones, el Congreso del Estado de Veracruz designó a Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre como nueva Fiscal General del Estado, en una sesión marcada por cuestionamientos de legisladores de oposición, quienes acusaron irregularidades en el procedimiento y señalaron que la funcionaria no cumple con todos los requisitos legales para ocupar el cargo.
La designación se realizó el 8 de diciembre de 2025, apenas un día después de que el Congreso local aprobara una reforma constitucional que modificó el mecanismo para elegir a la persona titular de la Fiscalía. Con esta reforma, se eliminó el proceso previo de convocatoria pública y comparecencias, lo que permitió que el nombramiento se concretara sin problemas.
Uno de los principales señalamientos de la oposición es que Lisbeth Aurelia Jiménez no ha acreditado el examen de control y confianza, evaluación obligatoria para quienes aspiran a encabezar instituciones de procuración de justicia. Según los críticos, esta omisión vulnera los principios de legalidad y profesionalización del cargo. Ante esto, Lisbeth respondió que sí se someterá al examen una vez se apruebe el nombramiento.
Además, los opositores recordaron que la nueva fiscal arrastra un historial de polémicas durante su gestión como presidenta del Poder Judicial del Estado de Veracruz, cargo que ocupó antes de su designación. Entre los señalamientos previos se encuentran acusaciones por presuntas decisiones discrecionales, conflictos internos en el Poder Judicial y cuestionamientos sobre su cercanía con el Ejecutivo estatal.
Durante la sesión legislativa, diputados inconformes advirtieron que la reforma constitucional y el nombramiento exprés concentran poder político sobre la Fiscalía, una institución que debería gozar de autonomía plena. Para la oposición, el cambio legal debilitó los contrapesos y redujo los mecanismos de evaluación ciudadana. Por su parte, los legisladores que respaldaron la designación defendieron que el nombramiento se ajusta a la nueva normatividad vigente y señalaron que Jiménez Aguirre cuenta con experiencia en el ámbito judicial y administrativo para asumir el cargo.
El nombramiento ocurre en un contexto de alta sensibilidad en Veracruz, entidad que enfrenta graves retos en materia de violencia, desapariciones, feminicidios y combate a la impunidad, además de las fuertes lluvias que dejaron a Veracruz cubierto de lodo y escombros durante semanas. Organizaciones civiles y colectivos de víctimas han advertido que la legitimidad y capacidad técnica de la Fiscalía será clave para recuperar la confianza ciudadana.
Con la toma de protesta de Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, Veracruz inicia una nueva etapa en su procuración de justicia, aunque marcada desde el inicio por un debate sobre la legalidad del proceso, la autonomía institucional y el cumplimiento de los requisitos para encabezar una de las dependencias más sensibles del estado.