
Christian Nodal confiesa los retos a los que se enfrentó durante el embarazo de su expareja y cuenta cómo vivió el momento cuando Cazzu le reveló que estaba esperando a su bebé, Inti.
"Fue la primera verdadera responsabilidad (...) entendí que no le puedo faltar"
Habla por primera vez de los esfuerzos que hizo para intentar pasar el mayor tiempo posible acompañando a Cazzu, viajando constantemente en Argentina.
En entrevista con Adela Micha, Christian Nodal habló del momento en que supo que sería padre de Inti, de lo que lo enamoró de Ángela Aguilar y de cómo con Cazzu el amor se apagó hasta convertirse en convivencia de “roommates”, al punto de que ella le dijo que podía tener otra relación si no se enteraba.
Christian Nodal recuerda perfectamente el instante en que Cazzu le dijo que estaba embarazada. Estaban en Japón y, según describe, “se me revolvió todo”. Llamó de inmediato a su familia, feliz, aunque reconoce que la relación no estaba en su mejor momento. Aun así, esa noticia le dio un motor distinto. Siempre había querido ser padre joven, como sus propios padres, y aunque no lo planeó, dice sentirse pleno por ser el papá de Inti.
La conversación con Adela Micha lo llevó a hablar de Ángela Aguilar. Contó que la conocía desde su adolescencia, pero que lo que lo enamoró ahora fue su forma de ver la vida y su independencia. “Ella es muy libre y no necesita nada de mí”, dijo. Incluso se ha preguntado por qué está con él, con sus tatuajes, sus problemas y la presión mediática que arrastra. “No dudo que es puro amor”, aseguró, destacando que Ángela ha visto modelos de amor sanos en su familia y que le entrega un cariño “puro e inocente”.
Entre las cosas que más valora de ella está el apoyo incondicional a su relación con Inti. Contó que, al remodelar su casa en Houston, Ángela no quiso entrar hasta que estuviera listo el cuarto de su hija, para que siempre supiera que estaba en su mente. También la elogió por recordarle, incluso en momentos de tensión, la importancia de su papel como padre. “Me ama sin juzgarme”, señaló, resaltando que entiende todo su pasado, no solo en lo sentimental sino en lo personal.
Cuando la charla volvió a su vida con Cazzu, Nodal fue claro: antes del final definitivo, ya habían terminado seis veces. La última, el 8 de mayo, fue la definitiva. En ese recuento, recordó frases que le marcaron, como cuando ella le dijo que si no podía ser la mujer que él necesitaba, buscara a otra y, mientras no se enterara, todo estaría bien. Para él, escuchar eso fue como aceptar que el amor ya no estaba.
Relató que, en los últimos meses, dormían separados y se trataban más como compañeros de casa que como pareja. Ya no había pasión ni palabras de cariño. No pensó que enamorarse de alguien más rompiera su corazón, porque sentía que ella lo había dejado ir mucho antes. “Cuando salieron esas palabras de su boca, me rompió el corazón… ahí me desenamoré”, confesó.
También respondió a comentarios públicos de Cazzu que, según él, insinuaban un “plan monstruoso” en su contra. Nodal negó que existiera algo así y afirmó que siempre trató a su familia con respeto, incluso apoyando eventos importantes. No entiende, dice, a qué se refería con haber sido lastimada.
A pesar de las diferencias y del desgaste, Nodal admite que el dolor y la tristeza de su expareja son reales y que hay que ser empáticos. Pero insiste en que la relación ya no tenía remedio. “No había amor, Adela, las cosas como son”, resumió. Lo que quedaba era convivencia y recuerdos, no un proyecto de vida en común.