El Servicio de Administración Tributaria (SAT) podría intensificar su recaudación sobre los grandes contribuyentes durante el primer año del mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum. Esta estrategia tiene como propósito cumplir con las múltiples metas económicas y sociales que ha planteado su gobierno, que incluyen la implementación de ambiciosos programas sociales, la construcción de importantes obras de infraestructura, y la reducción del déficit fiscal, todo lo cual requiere una mayor captación de ingresos públicos.
¿Por qué aumentarán los impuestos con el gobierno de Sheinbaum?
Una de las principales prioridades del gobierno de Sheinbaum es elevar a rango constitucional los programas sociales, con el fin de garantizar su permanencia y universalidad. Dentro de sus promesas de campaña también destaca la creación de una beca para estudiantes de educación básica y una pensión nacional para mujeres, iniciativas que demandarán un fuerte respaldo financiero.
Además, en el ámbito de la infraestructura, su administración planea proyectos importantes como la construcción de los ferrocarriles México-Pachuca y México-Querétaro. Estos desarrollos, considerados claves para el crecimiento económico y la movilidad del país, requerirán una inversión considerable por parte del Estado, lo que incrementa la necesidad de ampliar los recursos fiscales.
Para financiar estos ambiciosos proyectos, el gobierno de Sheinbaum buscará diversas fuentes de ingresos, pero una de las más relevantes será la recaudación de impuestos. Según Enrique Quintana, columnista de El Financiero, es probable que el SAT eleve la presión fiscal sobre los grandes contribuyentes. Esto no necesariamente implicará un incremento en las tasas impositivas, sino una mayor rigurosidad en la recaudación y una disminución de la evasión y elusión fiscal, que han sido problemas persistentes en México.
¿Quiénes pagarán más impuestos?
El foco del SAT se concentrará principalmente en los grandes contribuyentes, quienes podrían ver un incremento en la supervisión y control sobre el cumplimiento de sus obligaciones fiscales. De acuerdo con las estimaciones, se espera que esta nueva política fiscal logre aumentar la captación tributaria en al menos un 3%, lo que representaría aproximadamente 3 mil millones de pesos adicionales para el erario público.
El aumento en la recaudación de impuestos no será producto de un cambio en las tarifas actuales, sino de un esfuerzo más robusto por parte del SAT para mejorar la eficiencia en la administración tributaria. Esto significa que las empresas y personas con mayores ingresos serán objeto de auditorías más exhaustivas, así como de un seguimiento más riguroso para evitar la evasión fiscal y asegurar que paguen lo que corresponde.
Este enfoque en los grandes contribuyentes es clave para equilibrar las finanzas del gobierno, especialmente en un contexto donde las promesas de campaña requieren un gasto elevado, pero al mismo tiempo se ha prometido mantener un déficit fiscal controlado, estimado en un 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB). Para cumplir con estos objetivos, el SAT deberá ser más efectivo en su labor de recaudación, sin desincentivar la inversión privada ni generar excesiva presión sobre las empresas.
SAT condonará multas a contribuyentes
A pesar de su endurecimiento en la recaudación de impuestos, el SAT también ha implementado medidas de alivio para los contribuyentes que tienen deudas fiscales. En este sentido, ha anunciado un programa de facilidades fiscales que incluye la posibilidad de pagar adeudos en parcialidades de hasta 36 meses, además de otorgar reducciones de hasta el 100% en las multas, lo que brinda una opción atractiva para quienes buscan regularizar su situación.
Tanto personas físicas como morales podrán acceder a estos beneficios, ya sea que tengan adeudos determinados por la autoridad o autodeterminados a través de sus declaraciones fiscales. El esquema de pagos en parcialidades requiere un pago inicial del 20% del monto adeudado, y posteriormente podrán acceder a tasas de interés fijas que varían según el plazo elegido: 1.26% para pagos de entre 1 y 12 meses; 1.53% para aquellos de entre 13 y 24 meses; y 1.82% para plazos de 25 a 36 meses.
Estas facilidades permiten a los contribuyentes regularizar sus obligaciones de manera gradual y evitar sanciones adicionales, lo que favorece tanto al contribuyente como al fisco, que asegura la recaudación de los adeudos de forma más flexible.
Un equilibrio necesario
La administración de Claudia Sheinbaum parece decidida a cumplir con sus promesas de campaña y, para ello, necesita fortalecer los mecanismos de recaudación fiscal. La clave estará en encontrar el equilibrio adecuado entre las necesidades fiscales del gobierno y la creación de un entorno económico que permita el crecimiento de los grandes contribuyentes sin que las nuevas medidas impositivas se perciban como una carga excesiva.
Este enfoque en los grandes contribuyentes muestra el esfuerzo del SAT por hacer más eficiente el sistema tributario, al tiempo que se ofrece apoyo y facilidades para aquellos que buscan ponerse al día con sus obligaciones fiscales. El reto será mantener la estabilidad fiscal y financiera mientras se implementan los proyectos prometidos.