
Los ingresos por remesas en México registraron en junio su caída más fuerte en más de una década, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico). En comparación con el mismo mes de 2024, el flujo de dinero enviado desde el extranjero bajó 16.2%, la mayor contracción desde septiembre de 2012.
El descenso ocurre en un contexto marcado por las nuevas políticas migratorias implementadas en Estados Unidos, las cuales han limitado el envío de recursos por parte de connacionales y provocado una reducción de 14.3% en el número de operaciones registradas durante el mes.
Durante el primer semestre de 2025, el monto total de remesas cayó 5.6% respecto al mismo periodo del año anterior, lo que enciende alertas sobre el impacto económico en millones de hogares mexicanos que dependen de estos recursos para su sustento.
Especialistas advierten que, de mantenerse esta tendencia, el efecto podría sentirse con mayor intensidad en comunidades del sur del país, donde el ingreso por remesas representa una de las principales fuentes de ingreso familiar.
Banxico continuará monitoreando la evolución de estos flujos, en medio de un escenario económico regional incierto y con presiones migratorias crecientes.