La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió reducir en 25 puntos base la tasa de interés de referencia, llevándola a un nivel de 10.50%. Este es el tercer recorte de 25 puntos base en lo que va del año, impulsado por la desaceleración de la inflación y el reciente ajuste de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que también ha comenzado a reducir sus tasas. La decisión se enmarca en la sexta reunión de política monetaria del año, donde algunos analistas esperaban incluso un recorte más agresivo, de hasta 50 puntos base, similar al realizado por la Fed.
La política monetaria del Banxico tiene como objetivo principal mantener una inflación baja y estable. Esta política se aplica principalmente a través de la tasa de interés de referencia, que afecta el costo del crédito en el país y, en consecuencia, la demanda y los precios. Cuando el banco central reduce esta tasa, envía una señal de que busca estimular la economía, facilitando el acceso al crédito para empresas y consumidores.
En el comunicado oficial de Banxico, se menciona que la reducción de la tasa de interés tiene efecto a partir del 27 de septiembre de 2024. La inflación ha mostrado signos de desaceleración, como lo demuestran los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Durante la primera quincena de septiembre, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó solo un 0.09% a tasa quincenal, lo que ubicó la inflación anual en 4.66%. A pesar de esta desaceleración, la inflación aún está lejos de la meta oficial del 3% que Banxico busca alcanzar.
Aunque la inflación ha descendido, aún persisten riesgos tanto a nivel interno como externo. Banxico ha señalado que la economía mundial sigue enfrentando tensiones geopolíticas, presiones inflacionarias prolongadas y volatilidad en los mercados financieros. En México, la volatilidad del peso mexicano es un tema que continúa preocupando a las autoridades. Además, se ha observado una desaceleración en la actividad económica nacional y el empleo, lo que ha generado incertidumbre respecto al futuro.
A pesar de estos desafíos, Banxico mantiene una perspectiva optimista para el futuro. El banco central cree que el entorno inflacionario permitirá realizar más ajustes a la baja en la tasa de interés, siempre y cuando la inflación general siga acercándose a su meta del 3%.
La tasa de interés de referencia es el instrumento clave de la política monetaria. Representa el costo que los bancos comerciales deben pagar para obtener préstamos del banco central, lo que influye directamente en las tasas de interés que los bancos ofrecen a los consumidores y empresas. Una reducción en esta tasa facilita el acceso al crédito, estimulando la inversión y el consumo. Sin embargo, una tasa demasiado baja podría incentivar la inflación si la demanda supera la oferta de bienes y servicios.
En este sentido, Banxico debe equilibrar cuidadosamente su política monetaria para estimular la economía sin generar presiones inflacionarias. La reducción actual de la tasa a 10.50% se ha decidido tras un análisis exhaustivo de las condiciones económicas tanto internas como externas.
La decisión de recortar la tasa fue respaldada por la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico, incluyendo a la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja y los subgobernadores Galia Borja Gómez, Irene Espinosa Cantellano y Omar Mejía Castelazo. Sin embargo, Jonathan Heath, uno de los subgobernadores, votó en contra de la reducción y abogó por mantener la tasa en el nivel anterior de 10.75%.
Este desacuerdo refleja las diferencias de opinión dentro del banco central sobre la dirección futura de la política monetaria. Algunos miembros consideran que una política más cautelosa es necesaria para evitar un repunte en la inflación, mientras que otros argumentan que es momento de facilitar el crédito para apoyar la recuperación económica.
La expectativa es que Banxico siga ajustando su política monetaria de acuerdo con la evolución de la inflación y otros indicadores económicos. Si la inflación continúa su tendencia a la baja, es posible que se realicen nuevos recortes en la tasa de interés en los próximos meses.
Sin embargo, Banxico ha dejado claro que seguirá vigilando de cerca los riesgos internos y externos, como la volatilidad del peso mexicano y los desafíos geopolíticos globales. La política monetaria del banco central debe ser flexible para adaptarse a un entorno económico que sigue siendo incierto.
El reciente recorte en la tasa de interés por parte del Banxico refleja su confianza en la desaceleración de la inflación y su intención de apoyar el crecimiento económico. Sin embargo, el banco central sigue manteniendo una postura cautelosa ante los riesgos que podrían afectar a la economía en los próximos meses.
Con la presencia de todos sus miembros, la Junta de Gobierno del #BancodeMéxico decidió por mayoría disminuir la Tasa de Interés Interbancaria a 1 día, a un nivel de 10.50% con efectos a partir del 27 de septiembre de 2024. Consulta el comunicado en: pic.twitter.com/NcD5gqiGyl
— Banco de México (@Banxico) September 26, 2024