En vísperas de El Buen Fin, uno de los periodos de consumo más significativos del año en México, el Banco de México (Banxico) ha decidido reducir nuevamente su tasa de interés. Con una baja de 25 puntos base, la tasa de referencia ha pasado de 10.50% a 10.25%, marcando el tercer recorte consecutivo en la política monetaria de la institución. Esta medida, tomada por decisión unánime de los miembros de la Junta de Gobierno del banco central, ya había sido anticipada por los analistas financieros y los mercados, quienes esperaban una flexibilización adicional en las condiciones de crédito.
Este nuevo ajuste marca la tercera ocasión consecutiva en la que Banxico reduce su tasa de interés. La tasa de referencia es un indicador clave que influye en el costo del dinero prestado, ya que afecta los intereses que los bancos comerciales y otras instituciones financieras cobran a los consumidores y empresas por los préstamos. El objetivo de este tipo de medidas es estimular la actividad económica, facilitando el acceso al crédito en momentos donde el crecimiento económico puede verse afectado.
El contexto en el que Banxico ha tomado esta decisión está marcado por un repunte en la inflación. En octubre, la inflación general anual aumentó a 4.7%, un crecimiento que fue impulsado en gran medida por el alza en los precios de los productos agropecuarios. Dentro de este rubro, los precios de frutas y verduras aumentaron significativamente, con un incremento del 15.90%. Esta situación ha presionado al alza el costo de la canasta básica, afectando principalmente a las familias de menores ingresos.
Banxico ha señalado en repetidas ocasiones que uno de sus principales objetivos es mantener la estabilidad de los precios, por lo que la inflación es un factor central en sus decisiones de política monetaria. Sin embargo, a pesar de este repunte inflacionario, el banco central ha optado por mantener su ciclo de recortes de tasas, buscando equilibrar el impacto de la inflación con la necesidad de estimular el crecimiento económico en un contexto de desaceleración.
La decisión de Banxico también está alineada con las acciones recientes de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos. La semana anterior, la Fed recortó su tasa de interés en un cuarto de punto porcentual, situándola en un rango de 4.50% a 4.75%. Este recorte también fue ampliamente anticipado por los mercados, y tuvo lugar poco después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en las que resultó ganador el candidato republicano Donald Trump.
La elección de Trump y las políticas económicas que se esperan de su gobierno han generado volatilidad en los mercados internacionales, incluyendo el tipo de cambio en México, que experimentó fluctuaciones notables tras los resultados electorales. La decisión de la Fed de reducir su tasa de interés fue vista como una medida preventiva para estabilizar los mercados ante las incertidumbres políticas.
Los analistas anticipan que Banxico continuará con su ciclo de recortes en su próxima reunión de política monetaria, programada para el 19 de diciembre de 2024. Esta sería la última reunión del año, y se espera que el banco central realice un nuevo ajuste a la baja de su tasa de interés, en línea con las proyecciones de crecimiento moderado y las presiones inflacionarias.
El ciclo de recortes de tasas por parte de Banxico responde no solo a las dinámicas internas de la economía mexicana, sino también al entorno global, donde la inflación y las políticas monetarias de las economías desarrolladas juegan un papel importante en la toma de decisiones. En este sentido, la convergencia entre las políticas de Banxico y la Fed subraya la interconexión de las economías y mercados financieros de ambos países.
Para los consumidores, esta nueva reducción en la tasa de interés podría significar mejores condiciones en los créditos y financiamientos, especialmente durante El Buen Fin, cuando las compras a crédito tienden a aumentar significativamente. Las tasas de interés más bajas favorecen la adquisición de bienes y servicios a través de financiamiento, lo que podría dinamizar el consumo durante este periodo clave.
En cuanto a las empresas, el acceso a créditos más baratos podría incentivar la inversión en nuevos proyectos o expansiones, lo que a su vez podría tener un impacto positivo en el empleo y el crecimiento económico en los próximos meses.
En resumen, la decisión de Banxico de reducir nuevamente su tasa de interés refleja un balance delicado entre la necesidad de controlar la inflación y fomentar el crecimiento económico, en un contexto de incertidumbre tanto a nivel local como internacional.