Con 157 votos a favor y 1 en contra el Parlamento húngaro aprobó la ley en la cual se menciona que los contenidos que promuevan la pornografía, la homosexualidad, la desviación de identidad de género y el cambio de sexo, no deben ser accesibles para los niños y adolescentes de aquel país, prohibiendo estos contenidos en colegios y programas televisivos.
Esta ley creó inquietudes en las asociaciones de los derechos humanos y está muy alejado de las propuestas del gobierno alemán, ya que Dieter Reiter, actual alcalde de Múnich había propuesto iluminar el estadio ‘Allianz Arena’ con los colores de la bandera LGBT+, como muestra de solidaridad con el colectivo de Hungría.
La Unión de Federaciones Europeas de Futbol (UEFA por sus siglas en inglés) se negó a la petición del alcalde de la capital bávara. Argumentó que es “una organización política y religiosamente neutra” y aunque entienden que se quiera dar un mensaje de inclusión y diversidad, piden que se haga en otra fecha.
Esta polémica decisión, que ha sido criticada por periodistas y activistas, se suma a la investigación que la UEFA levantó en contra la Federación Alemana de Futbol y de Manuel Neuer, capitán del Bayern y la selección alemana, por usar un brazalete con los colores del arcoíris. Sin embargo ese expediente fue archivado el domingo 20 de junio, luego de las fuertes reacciones que causó en Alemania.
Antes de que comenzara el partido, mientras en los altavoces se escuchaba el Himno Nacional de Hungría, un aficionado saltó a la cancha con una bandera de la comunidad LGBT+, mostrando su descontento con la nueva ley húngara y con la decisión de la UEFA. Incluso varios aficionados en las tribunas mostraron banderines y cubre bocas con estos colores.
Manuel Neuer, apoyado por sus compañeros, sí portó el brazalete de capitán e incluso Leon Goretzka al anotar el primer gol para la Selección alemana, celebró haciendo el símbolo de un corazón, esto delante de los asistentes húngaros.