
La prohibición fue anunciada de forma silenciosa, sin ruedas de prensa ni comunicados oficiales. Bastó una modificación en el sitio web del Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC) para marcar uno de los giros más polémicos en la historia reciente del deporte de alto rendimiento: desde este lunes 22 de julio de 2025, todas las mujeres trans quedan vetadas de participar en competencias femeninas en el sistema olímpico estadounidense.
La medida, sin embargo, no es aislada. Responde a una orden ejecutiva firmada por el expresidente Donald Trump a principios de año —la Executive Order 14201, titulada “No Men in Women’s Sports”— que obliga a todas las instituciones deportivas que reciben fondos federales a garantizar “entornos competitivos justos y seguros para las mujeres”, lo que en la práctica implica excluir a las atletas transgénero que hayan pasado por la pubertad masculina.
En una carta dirigida a los organismos rectores del deporte en EE.UU., los máximos directivos del USOPC, Sarah Hirshland y Gene Sykes, confirmaron que, como organización con estatus federal, el Comité está obligado a cumplir con las expectativas del gobierno central. “Todos los órganos nacionales deben actualizar sus políticas aplicables en consecuencia”, escribieron. Y aunque el documento de 27 páginas evita explícitamente mencionar la palabra "transgénero", la intención quedó clara en las líneas y entrelíneas.
La orden ejecutiva de Trump, firmada el 5 de febrero de 2025, fue presentada como una “defensa del deporte femenino”. Desde entonces, ha generado un efecto dominó que ahora alcanza el máximo nivel olímpico. La orden amenaza con retirar todos los fondos públicos a cualquier organización, escuela o federación que permita a niñas o mujeres trans competir en ligas femeninas.
El mismo día que se firmó el decreto, la NCAA —la asociación que regula el deporte universitario en EE.UU.— modificó también sus reglas, limitando la participación en ligas femeninas a atletas asignadas como mujeres al nacer. El USOPC, en un principio, se mantuvo al margen, defendiendo una política basada en “datos reales y evidencia científica”. Sin embargo, con el tiempo, cedió ante la presión federal.
Ahora, con el nuevo cambio, ninguna federación nacional podrá definir sus propios criterios de inclusión para mujeres trans. Deberán alinearse completamente a la política nacional. El impacto será inmediato.
¿Qué deportes y federaciones están obligadas a cumplir?
La medida abarca a las 54 federaciones deportivas nacionales que operan bajo el paraguas del USOPC, incluyendo disciplinas olímpicas como natación, atletismo, ciclismo, esgrima, gimnasia, boxeo, levantamiento de pesas y más.
Algunas de estas federaciones ya se habían adelantado con regulaciones similares. World Athletics, por ejemplo, adoptó en 2023 un reglamento que prohíbe competir en categorías femeninas a personas que hayan pasado por la pubertad masculina. USA Fencing confirmó este lunes que, a partir del 1 de agosto, mujeres trans solo podrán competir en la categoría masculina. El futbol y otras disciplinas aún están revisando sus reglas.
El USOPC también señaló que está en conversaciones con el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional (CPI) para coordinar los criterios de elegibilidad rumbo a los Juegos de Los Ángeles 2028.