¿Cómo surgió esta famosa festividad?
La verdad es muy difícil rastrear sus orígenes exactos, pero algunos historiadores sitúan el origen de la festividad de San Valentín en la antigua Roma, en la celebración de las lupercales, que se celebraban el 15 de febrero.
Otros historiadores, por el contrario, remontan el origen de San Valentín a la famosa celebración romana conocida como Juno Februata, la cual tenía por costumbre que los varones escogieran a su pareja extrayendo de una caja un papel con su nombre.
Por otra parte, el origen del personaje de San Valentín se remonta a la antigua roma del siglo III, cuando un sacerdote de nombre Valentín, casaba en secreto a jóvenes enamorados, desafiando con ello el decreto del emperador Claudio II, quien había prohibido los matrimonios entre jóvenes para evitar que estos no se alistaran en el ejército. Finalmente,el Sacerdote fue condenado y ejecutado un 14 de febrero.
¿Qué es el amor, según la ciencia?
Desde el punto de vista científico, existen muchos procesos que ocurren en el cuerpo humano cuando experimenta diversas emociones. Lo que llamamos amor, es uno de ellos, y cuando lo experimentamos se suscita una gran cantidad de eventos neurológicos gracias a la conexión sináptica del hipotálamo, la hipófisis, corteza cerebral y área tegmental frontal, regiones muy importantes del encéfalo, lo cual repercute en la liberación de dos hormonas clave, la oxitocina y la vasopresina, las responsables de que te sientas enamorado, pero que en el reino animal, cumplen funciones importantes en el apareamiento.
¿Por qué siento mariposas en el estómago cuando veo a mi amada (o)?
Como ya mencionamos, cuando estás bajo los efectos del amor, se liberan dos hormonas. Estas sustancias bioquímicas también estimulan el sistema dopaminérgico en el cerebro, lo cual se traduce en la liberación de dopamina a través del hipotálamo, un neurotransmisor asociado a diversas sensaciones placenteras y de relajación, la cual compite con la serotonina (neurotransmisor asociado al control de las emociones) en los núcleos dopaminérgicos cerebrales. Este proceso se ve potenciado por la presencia de oxitocina y adrenalina, uniéndose en un proceso en el que el cuerpo humano llega a experimentar numerosos cambios, dentro de los que se encuentra la sensación de “mariposas en el estómago”.
Diversas investigaciones han apuntado a que la primera vez que nos enamoramos, los niveles de serotonina disminuyen y hay un incremento de dopamina hasta niveles excesivamente altos. Por ello, el primer enamoramiento que se experimenta es tan potente, que algunos científicos lo han asociado con lo mismo que experimentan algunos al consumir estupefacientes.