El caso de Jonathan Joel Sotelo Félix, mejor conocido como “El estafador de Bumble en México”, ha generado gran revuelo en redes sociales, y se ha convertido en un ejemplo alarmante de cómo los fraudes sentimentales han evolucionado en el país. Similar a lo ocurrido con "El estafador de Tinder", este hombre ha sido acusado de engañar a más de 70 mujeres bajo la falsa promesa de una relación romántica. Lo que distingue su caso es la forma en que ha utilizado las plataformas digitales y su carisma para construir una fachada de éxito y lujo que le permitió obtener millones de pesos de sus víctimas.
Jonathan Sotelo comenzó su actividad fraudulenta en 2017, pero su caso ha ganado notoriedad recientemente debido a las denuncias de una de sus víctimas, Fernanda, quien decidió compartir su historia en redes sociales. Sotelo utilizaba la aplicación de citas Bumble para conocer a mujeres, seducirlas y, eventualmente, estafarlas bajo el pretexto de negocios fallidos, inversiones o necesidades económicas urgentes. Según los testimonios de varias de sus víctimas, el modus operandi de Sotelo siempre seguía un patrón similar: primero ganaba la confianza de las mujeres fingiendo ser piloto y empresario, proyectando una imagen de éxito, seguridad financiera y una vida llena de lujos.
Sotelo, quien en realidad es licenciado en Comunicación por la Universidad Anáhuac, afirmaba tener una fortuna personal y conexiones en diversos sectores. Afirmaba residir en un lujoso departamento en Tulum, Quintana Roo, y presumía de tener una avioneta privada, una camioneta Tesla y participar en diversos negocios. Todo esto, sin embargo, era parte de la elaborada mentira que utilizaba para defraudar a sus parejas. Aunque su formación real no tenía relación con sus afirmaciones, la fachada que construyó fue lo suficientemente convincente para que muchas de sus víctimas le confiaran grandes sumas de dinero.
El esquema de Sotelo no se limitaba a relaciones sentimentales. También compraba bienes de lujo a crédito y luego dejaba de pagarlos, vendía autos con facturas falsas y utilizaba a sus víctimas para cubrir estos costos, pidiéndoles préstamos o regalos costosos. Las mujeres, atraídas por su personalidad y el engaño de estabilidad económica, accedían a ayudarlo financieramente.
Fernanda, quien fue una de sus parejas y la primera en denunciar públicamente, detalló que Sotelo llevaba un control minucioso de las mujeres a las que había estafado, manteniendo un archivo con sus datos personales, incluyendo nombres completos, profesiones y lugares de residencia. Esta información le permitía manipular a sus víctimas y continuar con su esquema sin levantar sospechas.
El caso de "El estafador de Bumble" se ha vuelto viral, en gran parte gracias a las redes sociales. Existen múltiples páginas de Facebook, cuentas de TikTok e incluso historias destacadas en Instagram dedicadas a denunciar las actividades de Sotelo. Fernanda y otras víctimas han utilizado estas plataformas para advertir a otras mujeres y compartir detalles sobre cómo fueron engañadas.
En estos espacios también se ha discutido cómo Sotelo presumía su supuesto estilo de vida lujoso, incluyendo viajes exóticos y bienes de lujo, todo financiado por el dinero que obtenía de sus víctimas. Su habilidad para manipular y su carisma le permitieron construir una red de estafas que, hasta la fecha, sigue sin resolverse por completo.
Las enamoraba y las estafaba, este hombre conocía mujeres a través de la app de citas, #Bumble, para darse una vida de millonario. Gracias a sus víctimas, Jonathan Sotelo pudo comprar una avioneta y un departamento en Tulúm. Fernanda fue una de las más de 70 mujeres de la lista: pic.twitter.com/ytAujTKM3Y
— Nacho Lozano (@nacholozano) November 12, 2024
Hasta el momento, Jonathan Sotelo enfrenta múltiples denuncias por fraude y falsificación de documentos. La denuncia más reciente fue presentada por Fernanda ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, quien lo acusa de utilizar documentos falsos para obtener dinero. Aunque las denuncias en su contra han aumentado, Sotelo sigue en libertad, lo que ha generado indignación entre las víctimas y la comunidad en redes sociales.
Sotelo también ha afirmado sufrir de problemas de salud mental, incluyendo depresión y ansiedad, llegando incluso a escribir a una de sus víctimas que estaba recibiendo tratamiento psiquiátrico y asistiendo a reuniones de Alcohólicos Anónimos. No obstante, muchas de sus víctimas consideran que estos argumentos son parte de su estrategia para evadir la justicia.
El caso de Jonathan Sotelo pone en evidencia los peligros de los fraudes sentimentales en el mundo digital. A medida que más mujeres denuncian públicamente sus experiencias, el caso sigue creciendo y pone de relieve la necesidad de que las autoridades tomen medidas más estrictas contra este tipo de delitos. Mientras tanto, Sotelo sigue libre, y las víctimas continúan luchando por justicia.