Esta tradición se debe a una mezcla entre las culturas prehispánicas y la religión católica. De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) los aztecas se encargaban de realizar diversos rituales al inicio de la temporada de siembra, con estos buscaban honrar a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl, por lo que realizaban sacrificios u ofrendas con productos que provienen del maíz, entre los cuales se encuentran los tamales.
Tras la conquista, diversas tradiciones se vieron fusionadas, lo cual da paso a las costumbres que conocemos actualmente, pero ¿Cómo sucedió con el Día de la Candelaria?
La fiesta de los aztecas coincidía con la presentación del niño Jesús al templo pues, de acuerdo con las tradiciones, pasados los 40 días del parto los bebés tenían que ser llevados a la iglesia para que fueran bendecidos por lo que Jesús fue presentado el 2 de febrero. Es por esto que, además de disfrutar de los ricos tamales, también se visten a los niños Dios.
Miércoles de chuchitos y tostadas:
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Su origen es el náhuatl tamalli, este significa “envuelto”, su origen viene de la época prehispánica de México. Este antojito mexicano está conformado por una base de maíz relleno de diversos ingredientes.
Estos existen en diferentes formas e ingredientes, pueden ser dulces o salados, también su clasificación se puede derivar por la hoja con los que son envueltos, como es el caso de los oaxaqueños o los chiapanecos; por supuesto que la hoja también influye en los sabores.
Mientras que en Yucatán los tamales pueden estar rellenos de cochinita pibil, en Nayarit los hacen con camarón fresco y en Oaxaca pueden traer iguana o armadillo con mole. Los clásicos en la Ciudad de México y área metropolitana son los de rajas, mole, dulce, salsa verde y salsa roja, sin embargo, también hay algunos que van rellenos de nutella, gansito, queso con zarzamora y la mayor parte del tiempo estos van acompañados con un vaso de atole.
Luis Alberto Vargas Guadarrama, del Instituto de Investigaciones Antropológica (IIA) de la UNAM, señala que en América Latina existen 400 variedades de dicho alimento. El especialista también informa que datos arqueológicos apuntan a que su origen es incluso más antiguo que las tortillas, teniendo la certeza de que su preparación data de unos mil años antes de nuestra era.
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El desayuno típico en la Ciudad de México, la famosa "guajolota" consiste en una torta de tamal los cuales son preparados con masa de maíz, rellenos de carne de cerdo o pollo y la salsa, va envuelto en hoja de maíz.
Estos tamales son clásicos porque en su mayoría son de color rosa. La masa contiene piloncillo rallado o azúcar y es el favorito de muchos niños mexicanos. Suele llevar pasas o algún trozo de fruta, va envuelto en hojas de maíz y se cuece al vapor.
Día de la Candelaria
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Estos tamales se pueden encontrar en diversos estados de la República, su característica es que están envueltos en hojas de plátano. Preparados con una capa delgada de maíz, rellenos de mole, salsa verde o roja y carne de cerdo o pollo deshebrada.
Típicos en el sur y sureste del país. De acuerdo con ‘Directo al paladar’ en Campeche la masa se revuelve con la chaya, se rellena con picadillo de carne de cerdo, jitomate, aceitunas, alcaparras, cebolla, ajo y pasas. Mientras que en Chiapas la masa se mezcla con manteca de cerdo y hojas de chaya, al interior lleva carne de cerdo y se envuelve en hoja de plátano, para servirlo se baña en salsa de jitomate, cebolla y chile y se le espolvorea queso.
Originario de Chiapas, aunque se puede encontrar en otros estados del sureste del país. Su ingrediente principal es el chipilín. Se hace con una masa colada mezclada con hojas de chipilín, caldo y manteca de cerdo, envuelto en hoja de plátano, se sirve con salsa de jitomate y queso fresco espolvoreado.
Tradicional de regiones con población indígena huasteca. Una sola porción de este tamal alcanza para ¡50 PERSONAS! Su preparación: masa de maíz martajada, manteca de cerdo, salsa de chile chino, cascabel y especias, relleno de carne de cerdo y pollo, va envuelto en varias capas de hojas de plátano y se cuece en un horno de leña.
Típico del estado de Michoacán, peculiar por ser de forma triangular, se elabora con masa de maíz blanco, batida con manteca de cerdo, leche o agua, se suelen servir bañadas en salsa verde o roja, queso Cotija o añejo, crema y, en ocasiones, rajas de chile poblano.
También son de Michoacán, solo que estos son dulces. Se prepara con harina de arroz, polvo para hornear, mantequilla, leche, yema de huevo, azúcar y pasas, va envuelto en hojas de maíz. Su color amarillo lo hizo acreedor de su nombre.
Su origen es del maya mukbil, que significa enterrado. Este es un tamal elaborado con masa de maíz, manteca de cerdo y caldo de carne. El molde en el que se prepara se forra con hojas de plátano, posteriormente se cubre el fondo y los lados con una capa gruesa de masa, relleno de carne de pollo y cerdo guisadas con semillas de achiote, ajo, comino, pimienta negra gorda, epazote, cebolla, chile dulce y habanero, se finaliza con una capa de masa y se cubre con las orillas de la hoja de plátano. Para cocerlo se coloca en un horno de tierra llamado pib el cual se tapa con leña.
Su masa se realiza con granos de elote molidos con leche y mezclados con manteca de cerdo derretida. Relleno de carne de cerdo, mole de chile ancho y hojas de epazote, envuelto en hojas de elote.
