En medio de un ambiente de indignación y protesta, pobladores de Zitácuaro, Michoacán, prendieron fuego al árbol de Navidad instalado frente al palacio municipal como forma de manifestación por Ángeles Esquivel, una joven de 24 años presuntamente asesinada por un policía local. La estructura navideña, símbolo de la temporada decembrina, quedó envuelta en llamas mientras decenas de habitantes exigían justicia y avances en las investigaciones del caso.
La protesta comenzó con una marcha de familiares, amigos y pobladores, quienes partieron de la avenida Revolución Sur hacia la plaza cívica Benito Juárez, donde lanzaron consignas contra las autoridades municipales por la falta de respuestas claras sobre el incidente. Una vez en la explanada principal, los manifestantes prendieron el árbol mientras exigían la presencia del alcalde Juan Antonio Ixtláhuac Orihuela y la transparencia en las averiguaciones.
El hecho que detonó esta reacción social ocurrió el pasado 7 de diciembre, cuando Ángeles Esquivel y su pareja viajaban en una motocicleta y, según las primeras versiones oficiales y testimonios recabados, un agente de tránsito disparó contra la joven y su acompañante luego de que no se detuvieran ante un retén policial. La fiscalía general del Estado de Michoacán confirmó que la joven falleció a consecuencia de los disparos, mientras su novio quedó gravemente herido y hospitalizado.
Las autoridades municipales han señalado que el policía fue identificado y separado de sus funciones, y que se coopera con la Fiscalía para avanzar en las investigaciones y deslindar responsabilidades. El alcalde ha dicho que revisarán las imágenes de cámaras de seguridad para aclarar cómo se desarrolló el hecho, incluso asegurando que el elemento implicado actuó “a título personal”.
La quema del árbol navideño simboliza el clímax de la frustración de una comunidad que ha sentido que sus demandas de justicia no han tenido respuesta oportuna, a pesar de la gravedad del suceso y las promesas de las autoridades de esclarecer los hechos.