Pescadores de Acapulco manifestaron temor de salir a altamar luego de los recientes ataques de fuerzas estadounidenses contra embarcaciones en aguas internacionales frente a las costas de Guerrero, que dejaron al menos 14 personas muertas.
De acuerdo con testimonios recabados, los trabajadores del mar temen ser confundidos con grupos criminales que utilizan el océano para el tráfico de drogas o combustible, lo que los ha llevado a reducir sus jornadas y mantenerse cerca del litoral guerrerense.
“Tenemos miedo de salir, porque Estados Unidos puede pensar que somos burreros o que llevamos gasolina a esas lanchas. Si se descompone una embarcación o nos avienta el aire mar adentro, podríamos ser confundidos”
Pescador acapulqueño
Guillermo Lobatón, integrante de la cooperativa Unión de Pescadores de Hornitos, coincidió en el riesgo que enfrentan quienes trabajan en la pesca de tiburón, pues suelen internarse más de 100 millas náuticas mar adentro.
“Si una patrulla estadounidense te encuentra pidiendo ayuda, podría confundirte con una embarcación ilegal. Por eso, muchos compañeros han decidido no alejarse tanto”, explicó.
La situación ha afectado directamente la economía local. Algunos pescadores aseguran que antes iniciaban faenas desde las 5:00 de la mañana, pero ahora prefieren salir al mediodía y no rebasar el área cercana al puerto, a la espera de que se aclare la situación y se garantice su seguridad.
Hasta el momento, la Secretaría de Marina (Semar) no ha emitido información oficial sobre el único sobreviviente del ataque ocurrido a más de 600 kilómetros de la costa de Guerrero.
En municipios de la Costa Chica, pescadores aseguran que no tienen relación con actividades ilícitas, aunque reconocen haber observado en ocasiones embarcaciones con varios motores fuera de borda navegando mar adentro.
“Cada quien hace su trabajo, no sabemos quiénes son ni nos interesa”, señaló Jesús, un pescador de Marquelia.
Recordó que en 2021, en la playa Barra de Tecoanapa, se halló un submarino artesanal vacío, con restos de comida enlatada. La Marina lo aseguró, pero no encontró evidencia de narcóticos. Casos similares se reportaron en años anteriores en la Costa Grande, donde incluso se localizaron sumergibles partidos por la mitad.
El temor entre las comunidades pesqueras se mantiene mientras persisten los operativos estadounidenses en el Pacífico, en el marco de su campaña contra el narcotráfico.