
Durante una misa transmitida el pasado domingo 14 de febrero, el obispo Antonio González Sánchez soltó dicha declaración ante una de las medidas sanitarias más comunes que se están recomendado con la finalidad de poder frenar los contagios de Coronavirus.
Para mí, a nivel personal, el famoso cubrebocas es no confiar en Dios”.
Ante esto, optó por decir a los creyentes, que observaban la misa desde la página de Facebook, que pidan que acabe la pandemia de rodillas, asimismo, mencionó que no les va a pedir que dejen de ocuparlo.
De igual manera, mencionó que extraña la presencia de personas en la misa, aclarando que “muchas personas están llenas de pánico y a mí me parece que el sentir miedo, el estar empañicados es falta de fe, falta de fe en Dios”, por lo que deseo poder a los fieles muy pronto y que las bancas en el templo puedan volver a ocuparse.