
Liliana nació y creció en la Sierra Tarahumara. Entre la miseria, el hambre, la tala clandestina y el azote del crimen organizado… Ha visto de primera mano la transformación de su natal Bocoyna… Y ante ese panorama decidió hacer algo… Hoy, con 21 años, sobre su vestimenta tradicional rarámuri usa un chaleco antibalas, botas tácticas… Y entre sus manos porta un arma de grueso calibre… No, ella no se unió a un cártel… Todo lo contrario, se convirtió en la primera mujer rarámuri que se integra al grupo de Proximidad Social de la Policía de Chihuahua.