El grupo criminal Los Blancos de Troya, involucrado en el asesinato del líder limonero Bernardo Bravo, es hoy el brazo armado de Los Viagras y una extensión operativa del Cártel Jalisco Nueva Generación en Tierra Caliente. Juntos forman la llamada “triple alianza”, una estructura que controla el comercio agrícola de Michoacán y parte de Guerrero.
Su historia reciente se remonta a agosto del año pasado, cuando —según medios locales— estos grupos comenzaron a cobrar entre uno y dos pesos por kilo de limón en al menos setenta y cinco empacadoras del Valle de Apatzingán. A quienes se negaron, los secuestraron o asesinaron. Fue el punto de quiebre de un modelo de extorsión que hoy domina el corazón productivo del estado.
Al frente de Los Blancos de Troya está César Alejandro Sepúlveda Arellano, alias “El Bótox”, un hombre que se autodenomina defensor del pueblo, pero que construyó un ejército con estructura de cártel. Bajo su mando, mujeres, jóvenes y hasta menores de edad son reclutados como “autodefensas” y colocados en retenes para impedir operativos militares. Les paga entre 300 y 1 000 pesos por semana, según reportes de seguridad.
Los Blancos de Troya surgieron en 2013, cuando las autodefensas tomaron las armas contra Los Caballeros Templarios. Con el tiempo, se separaron de los grupos originales y adoptaron el negocio del crimen. Hoy controlan rutas, extorsionan a agricultores, trafican madera, drogas y armas. En los municipios de Apatzingán, Buenavista, Múgica y Parácuaro, su presencia es constante.
Así en Michoacán, Los Blancos de Troya representan la cara más violenta de la disputa por el control del campo. Su poder se sostiene en la extorsión, la impunidad y el miedo… y su líder, “El Bótox”, pasó de proclamarse autodefensa a convertirse en uno de los capos más temidos de Tierra Caliente donde la violencia y extorsión han devastado la economía agrícola.
Los productores pagan cuotas diarias para continuar sus cosechas, el precio del limón subió de 20 a 50 pesos por kilo en la Ciudad de México y las familias viven bajo amenaza.
Hoy Michoacán vive una guerra encubierta. Los Blancos de Troya, bajo el mando de “El Bótox”, se han convertido en señores del campo y del miedo. El cultivo del limón, antes centro de sustento, es hoy terreno de cobros, armas y desapariciones.