
Dmitro Kuleba, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, informó que hubo una “masacre deliberada” en Bucha.
“Los rusos quieren eliminar tantos ucranianos como puedan. Debemos detenerlos y sacarlos. Exijo nuevas sanciones devastadoras del G7 AHORA”, escribió el ministro por medio de su cuenta de Twitter.
Por su parte, Mijailo Podoliak, mencionó a través de Twitter que “los peores crímenes del nazismo están regresando en Europa. Esto fue hecho de manera deliberada por Rusia”.
El domingo se divulgaron fotografías de las calles de Bucha, donde se pueden ver a civiles asesinados. Además, el medio ‘AFP’ descubrió alrededor de 20 cuerpos en una calle de la región, mientras que Anatoly Fedoruk, alcalde de la ciudad, mencionó que 280 cadáveres habían sido enterrados en fosas comunes.
El gobierno ucraniano y las imágenes difundidas en los medios de comunicación indican que las personas asesinadas estaban vestidas de civiles y muchas estaban amarradas de las manos y con heridas de bala en la cabeza.
António Guterres, secretario general de Naciones Unidas (ONU), dijo sentirse conmocionado por las imágenes de los civiles asesinados y exigió que se investiguen los hechos.
“Es esencial que una investigación independiente lleve a una rendición de cuentas efectiva”, declaró el funcionario.
Estados Unidos y aliados condenaron la masacre en la ciudad de Bucha contra civiles ucranianos y aseguraron que las autoridades rusas deberán rendir cuentas.
Jens Stoltenberg, secretario de la OTAN, calificó como “horribles e inaceptables” los asesinatos. Mientras que Boris Johnson, primer ministro de Reino Unidos, dijo que la desinformación por parte del Kremlin no podrá ocultar la verdad sobre los hechos.
“Está desesperado, su invasión está fracasando y la determinación de Ucrania nunca ha sido más fuerte”, comentó el ministro británico.
A esto se sumó Pedro Sánchez, presidente de España, quien reiteró que los crímenes de guerra que Rusia está cometiendo no pueden quedar impunes.
El Kremlin negó las acusaciones sobre la presunta masacre cometida por militares rusos en Bucha y acusó de “falsificación de videos” y calificó de “fakes” las fotografías difundidas.
Asimismo, Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, acusó que las imágenes de los civiles muertos fueron ordenadas por Estados Unidos como parte de un complot.
“¿Quiénes son los maestros de la provocación? Por su puesto, Estados Unidos y la OTAN”, mencionó la portavoz durante una entrevista para la televisión estatal.
Continuó diciendo que las imágenes difundidas fueron parte de un plan para manchar la reputación de Rusia.
“En este caso, me parece que el hecho de que estas declaraciones se hicieran en los primeros minutos después de que aparecieran estos materiales no deja dudas sobre quién ordenó esta historia”, destacó.
El Kremlin señala que dichas imágenes son una “provocación” para interrumpir las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania.