En la Ciudad de México, un elemento de la Policía de Tránsito fue atacado con polvo químico de un extintor mientras circulaba sobre Eje 1 Norte, en la alcaldía Cuauhtémoc, hecho que quedó registrado en video y se difundió ampliamente en redes sociales. El ataque ocurrió la noche del 12 de diciembre, cuando el agente regresaba de una comisión de apoyo logístico y una motocicleta se le emparejó para accionar el dispositivo directamente contra su rostro. En las imágenes que circulan en plataformas digitales, también se observa al policía conduciendo mientras revisaba su teléfono celular, situación que ha generado críticas entre usuarios.
El uniformado presentó irritación severa en los ojos y fue trasladado a un hospital para recibir atención médica; su estado de salud se reportó estable. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México abrió una carpeta de investigación para identificar y localizar a los responsables, quienes huyeron del lugar tras la agresión.
En redes sociales, usuarios han señalado que uno de los presuntos agresores ya fue identificado como Cristian Garduño Ferrer, a quien se le atribuyen otros videos donde presuntamente realiza acciones similares contra patrullas en circulación. En las grabaciones, difundidas por terceros, se observa cómo el motociclista presume el ataque ocurrido entre las calles Peralvillo y Jesús Carranza, dentro del perímetro de la alcaldía Cuauhtémoc. Hasta el momento, las autoridades no han confirmado oficialmente esta identidad ni la existencia de una cuenta verificada vinculada a estos hechos.
El caso ha reavivado el debate sobre la creciente tensión entre motociclistas y autoridades de tránsito en la capital. Mientras colectivos de usuarios de motocicleta han denunciado abusos y detenciones arbitrarias durante operativos, la Secretaría de Seguridad Ciudadana ha advertido que este tipo de agresiones constituyen delitos y representan un alto riesgo para la seguridad vial y la integridad tanto de los servidores públicos como de terceros.
Especialistas en movilidad coinciden en la urgencia de fortalecer la educación vial, mejorar los protocolos policiales y establecer canales de diálogo que reduzcan los conflictos en las calles de la ciudad.