El pasado 15 de diciembre, El Vaticano dio oficialmente inicio a la temporada navideña con la inauguración de su tradicional belén y el encendido del árbol de Navidad en la Plaza de San Pedro. Autoridades y fieles se reunieron alrededor de un gigantesco árbol de 25 metros de altura, acompañado por una escena del nacimiento de Jesús de tamaño real que destaca por su diseño artístico y tradicional.
El árbol, fue iluminado en una ceremonia festiva llena de música y presentaciones culturales locales. Junto a él se alza el belén, creado por artistas de la diócesis de Nocera Inferiore-Sarno, en la región de Campania, incorporando elementos arquitectónicos típicos del sur de Italia que evocan la rica tradición navideña italiana.
Aunque el papa León XIV no asistió a la ceremonia vespertina, sí se reunió más temprano con los donantes de los elementos navideños y aprovechó para hacer un llamado a la paz y la fraternidad mundial en este tiempo de celebración.
La iluminación del árbol y la presentación del belén no solo marcan el comienzo de diciembre como mes de Navidad, sino que también anticipan otros momentos litúrgicos significativos, entre ellos la Misa de Nochebuena y el tradicional mensaje papal Urbi et Orbi el 25 de diciembre, cuando el papa dirigirá su bendición a la ciudad de Roma y al mundo.
Estos símbolos navideños, que se han vuelto una tradición desde hace décadas en la Plaza de San Pedro, atraen cada año a miles de visitantes y fieles, recordando el significado religioso de la Navidad y ofreciendo un espacio de reunión, fe y esperanza en el corazón de la Iglesia Católica.