
La nueva normalidad a la que nos iremos adaptando poco a poco luego de la pandemia de coronavirus, vendrá a cambiar muchos eventos con la finalidad de que el contagio de dicho virus se evite.
Esta nueva normalidad ha hecho que se vaya dando una apertura paulatina de distintos recintos, ante la posibilidad de que las iglesias puedan volver a operar se han realizado algunos ajustes para poder realizar las misas.
El padre Víctor Jiménez González, de la Iglesia San Pedro de Verona Mártir en Tlalpan, mencionó algunos de estos ajustes en una entrevista con ‘Milenio’.
El sacerdote ocupará cubrebocas y guantes.
El penitente deberá de usar cubrebocas.
La confesión se realizará con un 1.5 metros de distancia entre el párroco y el penitente.
Deberán de estar separados por un acrílico.
Limpiar, desinfectar y fumigar áreas en donde estarán los fieles, en especial las bancas.
Solo un acceso a la iglesia.
Toma de temperatura.
Limpiar zapatos en jergas con desinfectante que se colocarán en la entrada.
Se repartirá gel antibacterial.
Los fieles nos e darán la mano en el rito de la paz.
El diezmo se colectará al finalizar la misa
En la comunión, el sacerdote y los ministros tendrás que usar cubrebocas y desinfectarse las manos antes y después de repartir la ostia.