El primer vistazo a la vida de Miguel "N" sugería una existencia ordinaria. Con 39 años, egresado del Instituto Politécnico Nacional y con una carrera exitosa en un laboratorio, parecía encarnar el prototipo de un ciudadano respetable. Hablaba tres idiomas y su perfil en redes sociales mostraba una simpatía hacia causas sociales, incluido el feminismo. Sin embargo, tras la fachada de normalidad se escondía un monstruo de proporciones inimaginables.
El cateo de su departamento reveló un panorama desolador. En el interior, cráneos y restos de mujeres yacían en el refrigerador, mientras que en sus diarios, Miguel relataba con frialdad los horrores que había perpetrado contra al menos una decena de mujeres. Estudiantes, laboratoristas, sexoservidoras, compañeras; ninguna estaba a salvo de su macabra obsesión.
La sorpresa y el horror se apoderaron de la comunidad ante el descubrimiento de la doble vida de este individuo aparentemente corriente. Vecinos lo describían como tranquilo, reservado, incluso "normal". Nadie sospechaba de las atrocidades que ocultaba tras su puerta. Su departamento en Iztacalco se había convertido, en palabras de los investigadores, en su "oficina de la muerte".
En una entrevista exclusiva para "Me lo Dijo Adela", el jefe de información de "La Querella Digital", Ilich Valdez, reveló detalles escalofriantes sobre los crímenes del feminicida. Por ejemplo, Miguel admitió su culpabilidad en el asesinato de María José, confesando haber actuado en un estado de "frenesí" y asegurando que no estaba en pleno control de sus facultades. Además, detalló cómo utilizó su conocimiento científico para planificar y ejecutar sus atrocidades, como colocar bolsas de plástico en las cabezas de sus víctimas para evitar que pidieran auxilio.
El alcance de su depravación aún no ha sido completamente dilucidado. Según la información recabada, el agresor ha cometido crímenes durante los últimos diez años, las pruebas halladas en su morada sugieren que el número de víctimas podría ascender hasta veinte. Nombres como Cinthia, Norma, Viviana, Laura, Claudia y Frida han surgido entre las personas desaparecidas que podrían haber caído en manos de este individuo.
En términos de justicia, las autoridades trabajan para garantizar que Miguel "N" pague por sus crímenes. Su confesión inicial respecto al feminicidio de María José allanó el camino para una condena, pero la búsqueda de justicia no se detiene allí, ya que los testimonios de al menos tres víctimas podrían asegurar una sentencia de hasta 240 años de prisión para asegurar que este depredador nunca vuelva a poner en peligro a otra mujer.
El caso de Miguel "N" ha dejado una huella indeleble en la conciencia colectiva, un doloroso recordatorio de los peligros que acechan tras las máscaras de la cotidianidad. A través de la tragedia de María José y las múltiples víctimas que han sufrido a manos de este presunto feminicida serial, se hace evidente la urgencia de fortalecer los mecanismos de protección y justicia para las mujeres, así como la importancia de permanecer alerta ante los signos de peligro que podrían ocultarse en la aparente normalidad de quienes nos rodean.
Revisa la entrevista completa con Ilich Valdez en: