El Poder Legislativo pasa por su peor momento en la historia de México: el lugar que debería ser un espacio dialéctico en donde las ideas forman leyes en beneficio de los mexicanos; se convirtió en un ring, en un salón de baile, en zona de descanso y de degeneración política por el lado que lo quieran ver.
La oposición utilizó el senado de la república en 2023 para hacer una pijamada: los senadores Álvarez Icaza del hoy del Frente Cívico Nacional: la hoy presidenta de diputados: Kenia López, se divierten: esa fue la forma en que la oposición exigía la integración completa del instituto de transparencia: mismo organismo que fue desaparecido hace unos meses.
Esa protesta no logró nada: solo dejó en ridículo el papel opositor.
Pasaron los meses: de legisladores no se habló: se hablaba de funcionarios que no respetaron los procedimientos del Poder Legislativo: el oficialismo se avanzó con todo: aprobó la Reforma Judicial, sin las comisiones necesarias lo hizo sin escuchar a los manifestantes los partidos que se decían de oposición en ese momento, traicionaron sus principios y a los mexicanos que confiaron en ellos.
Simplemente el poder legislativo un verdadero fraude para los mexicanos: sin no fue poco: las actitudes de los legisladores comenzó a tornarse imprudente: ya veíamos incluso a diputados y senadores que o llegaban borrachos o simplemente no iban a las sesiones ahí está otra senadora que con pancartas buscaba a la legisladora Citlalli Hernández.
Aprovechando el momento para dormir y para justificar la poca importancia que le dan a legislar por la demarcación o estado que representan: en los sueños quizá su trabajo sea más significativo.
Todo comenzó con la llegada de nuevos legisladores: principalmente de la cuarta transformación; quienes demostraron su desconocimiento de la ley y demostrando realmente su personalidad pero eso sí, presumiendo el cargo, como si fuera un objeto común.
Ahí va la peor etapa del Poder Legislativo en la historia mexicana: quién le pone la cereza del pastel es el expresidente del senado, Gerardo Fernández Noroña: quién agredió a mujeres y también con descaro desestimó el discurso de austeridad que tanto predica el gobierno de morena.
Además de el senador Adán Augusto López, quién también descalificó a su homóloga, ese mismo senador que ahora tiene al poder legislativo en sus manos para cubrirse de los señalamientos que hacen en su persona con referencia a que tiene vínculos con el crimen organizado.
Ambos: Noroña y Augusto López: se le fueron encima a Lilly Téllez senadora de oposición. Al mismo nivel se puso el partido revolucionario institucional: el líder nacional de ese partido, Alejandro Moreno, también cayó en el juego Morenista ese momento marcó uno de los momentos más vergonzosos del poder legislativo.
Es necesario contextualizar: que con la presidencia de Noroña en el senado: la degeneración legislativa se profundizó. Los propios morenistas, como Félix Salgado, le hicieron ver que este era una situación crítica que no tendría fin y parece que tiene razón.
Sin eludir los señalamientos en contra de Noroña y su casa de 12 millones de pesos: los vínculos con el crimen organizado de Adán Augusto López: los lujos de legisladores contradiciendo la austeridad que tanto predica la 4T.
Además de despolitizar la figura legislativa: y ahí está el coordinador de morena, Ricardo Monreal, les llama “batichicas” a las diputadas que se pelearon por aparecer en la foto con un funcionario del Gabinete federal.
Ahí va la Cuarta Transformación: degenerando a su paso los poderes de la unión: la historia al igual que ellos omitirá su paso por las tierras mexicanas.