La oposición no ha dejado de señalar al Gobierno de la 4T de omitir distintos llamamientos del gobierno de Uruapan en Michoacán, que derivaron en el asesinato del presidente municipal uruapanense, Carlos Manzo.
En ese contexto tan lamentable: los legisladores de oposición acusaron que hubo omisión en la estrategia de seguridad que se implementa en las entidades federativas.
Uno de los primeros en reaccionar al asesinato de Carlos Manzo fue el diputado priista Rubén Moreira, quien expuso que el plan de seguridad del Gobierno federal ha tenido ajustes, que solo favorece al clientelismo del oficialismo como dijo lo sería el mandatario estatal de morena en Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla.
El coordinador del PRI en la Cámara de Diputados expuso que pese a que la Estrategia de Seguridad de la 4T ha sido sometida a cambios. Son los Gobernantes quienes se mantienen indiferentes a estos nuevos lineamientos y de manera irresponsable privilegias el enfoque político-electoral.
“Las y los Gobernadores no participan en la seguridad, son indolentes y omisos. La nueva estrategia se reclama con la participación de ellas y ellos, donde no se descalifique, se asuman responsabilidades y se ponga toda la energía del Estado mexicano para combatir a las bandas de los criminales”, sostuvo en entrevista con medios de comunicación.
Expuso que los políticos principalmente de locales, no están enfocados con su función como servidores públicos: y que su papel ha sido direccionado a su popularidad más que a la lucha social.
“Los políticos de Morena, los de carácter local, no están concentrados en su función, ellos están enfocados en ser populares, en heredar a alguien incondicional sus Gobiernos y en buscar clientelismo electoral. No están preocupados en la seguridad, porque enfrentar la inseguridad no es a veces lo más popular y ellos repelen las acciones donde no sean populares. Creo que también pesa el legado de (Andrés Manuel) López Obrador, de abrazos y no balazos, como un justificante para no combatir a los criminales”, dijo Moreira.
El diputado del tricolor destacó que en Michoacán permea la inseguridad, con asesinatos consecutivos a limoneros y la zozobra en la que viven los ciudadanos, por lo que llamó al Gobernador Ramírez Bedolla a evaluar su capacidad para estar al frente de la administración estatal.
“Cuando a alguien lo quieren asesinar, lo pueden asesinar, el tema es que no haya un contexto que facilite esas circunstancias y Michoacán es un contexto adverso a la paz, así asesinaron a un productor de limón, así vive una buena parte de la población, en la zozobra. En Michoacán no hay Gobierno local, el señor (Alfredo) Ramírez Bedolla debería de evaluar si está capacitado para enfrentar la responsabilidad de ser Gobernador”, consideró Moreira.
De lado de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), Federico Döring acusó un crimen de Estado, y señaló indiferencia del Gobierno federal tras los múltiples llamados de Manzo a reforzar los operativos contra el crimen organizado en Uruapan.
“A Carlos Manzo no le arrebató la vida el crimen organizado, a Carlos Manzo, le arrebató la vida la indiferencia de Claudia Sheinbaum y el Gobierno de la República. A Carlos Manzo le arrebató la vida la falta de ayuda y apoyo del Gabinete de Seguridad Pública”, declaró.