Pese a las críticas, el gobierno federal defendió que estos módulos buscan agilizar la entrega de medicinas para adultos mayores y personas con discapacidad a través del programa Salud Casa por Casa.
Durante la conferencia mañanera de este martes 2 de diciembre, Sheinbaum anunció que los módulos estarán instalados afuera de los centros de salud y en Tiendas del Bienestar para evitar filas y trámites.
Las personas únicamente presentarán su receta para recibir sus medicamentos, principalmente para enfermedades crónicas.
Cómo funcionarán los módulos
Eduardo Clark, subsecretario de Integración Sectorial y Coordinación de Servicios de Atención Médica, explicó que los usuarios podrán acudir directamente a los módulos sin necesidad de fichas, citas ni ingresar a las unidades médicas.
En esta primera etapa, los módulos operan en 500 unidades del IMSS, IMSS Bienestar y Tiendas del Bienestar en el Estado de México, con la meta de expandirse a todo el país para marzo de 2026.
Los anaqueles contendrán más de 5,000 cajas de medicamentos, aunque por ahora se iniciará con 22 tipos, que —según las autoridades— cubren el 80% de las necesidades de los adultos mayores. Personal de salud visitará cada dos meses a los beneficiarios para revisiones y renovación de recetas.
Los medicamentos podrán ser surtidos para:
Enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y dislipidemia.
Personas con receta previa que no podían surtirla por falta de recursos.
Pacientes recién diagnosticados durante visitas domiciliarias.
Las críticas: “ni farmacia, ni botica, ni droguería”
El diputado panista Ector Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud, acusó que las Farmacias del Bienestar no cumplen con los criterios legales para operar, al tratarse —dijo— de un “módulo callejero” que viola la normatividad sanitaria.
Entre los señalamientos destacan:
Violación a la Ley General de Salud, que exige infraestructura formal para farmacias, boticas y droguerías.
Ausencia de control sanitario, cadena de frío y responsable sanitario, especialmente para medicamentos controlados.
Abasto insuficiente con solo 22 claves, lo que calificó como un “kit básico que pretende resolver toda la farmacología”.
Riesgo de desabasto al retirar medicamentos de almacenes regulados para ponerlos en la vía pública.
Almacenamiento en Tiendas del Bienestar, que no cumplen con condiciones de seguridad ni control de inventario.
Manejo político del medicamento, al ligar el programa a Servidores de la Nación dentro del esquema Salud Casa por Casa.
“Llamar farmacia a un módulo en la banqueta no lo convierte en farmacia, como tampoco llamar hospital a una carpa lo vuelve hospital”, expresó el legislador, quien exigió apego a la ley y a las normas oficiales mexicanas.