El Gobierno de México tiene por todos lados exigencias: esta mañana de jueves 13 de noviembre las inconformidades llegaron a Palacio Nacional.
Desde madrugada: cuatro o cinco de este día, los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) llegaron a Palacio Nacional, las autoridades no contaban con que intentarían boicotear la conferencia de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
“Júntense, Júntense”, gritaban los profesores del magisterio disidente en unos de los accesos a Palacio Nacional en donde fueron recibidos con gas color azul, para replegar la protesta. Los profesores se movieron de lugar debido al riesgo que corrían ante un posible acorralamiento de las mismas autoridades.
Los integrantes de la CNTE se fueron a la Cámara de Diputados en la alcaldía Venustiano Carranza al oriente de la Ciudad de México. En tanto en el Zócalo capitalino se quedaron unos que otros profesores, a un lado de ellos otro continente gritaba al Ayuntamiento de la capital.
“Vivienda digan”, gritaban los manifestantes quienes después de gritar frente a las oficinas de Clara Brugada, se encaminaron a Palacio Nacional para exigir a la hoy presidenta Claudia Sheinbaum lo que les prometió cuando fue jefa de Gobierno. Pues según ellos solo se beneficio para su campaña presidencial y los abandonó.
En ese mismo cuadrante el movimiento Somos Impacto y Somos México, pintaron en las vallas que resguardan Palacio Nacional la consigna “Narcoestado”, ellos exigen que se aclaren los vínculos que tienen algunos funcionarios con el crimen organizado como Adán Augusto López y su ex secretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez.
“La Presidenta no sabe ni cual es la derecha, ni la izquierda”, dijo el líder del movimiento que fue cuestionado por La Saga, pues la noche anterior los trabajadores de la capital habían limpiado las consignas previamente pintadas en la valla.
Los jubilados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estaban frente a la Suprema Corte, pues hay un amparo que impide al Seguro Social entregar los ahorros de los trabajadores que por más de 30 años estuvieron al servicio del estado.
“La bomba está explotando, y el gobierno tiene desbordadas la manos de exigencias”, dijo una de las muejeres jubiladas del IMSS que desde hace 10 años exige justicia por sus ahorros como trabajadora.