El pasado fin de semana, el municipio de Jiutepec, Morelos, fue testigo de la desaparición del obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo - Chilapa, Salvador Rangel Mendoza. Con un historial de servicio dedicado a la comunidad, la repentina ausencia del obispo emérito desconcertó a propios y extraños. Afortunadamente, tras dos días de incertidumbre, Rangel Mendoza fue localizado con vida en un hospital de Cuernavaca, aunque su estado de salud aún genera preocupación.
El misterio que rodea la desaparición del obispo Rangel Mendoza comenzó a develarse cuando, luego de días sin noticias suyas, las autoridades lograron ubicarlo en un nosocomio de la región. El fiscal de Morelos, Uriel Carmona, se reunió con el clérigo y representantes de la Diócesis de Cuernavaca para abordar el caso y coordinar acciones subsiguientes.
Pedro Martínez, abogado del obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, compartió detalles reveladores en una entrevista para “Me lo Dijo Adela”. Según Martínez, el obispo se encuentra estable en el hospital, pero su recuperación requerirá tiempo debido a la sustancia desconocida que le suministraron sus captores. Con 78 años de edad, un marcapasos y problemas de hipertensión, la salud de Rangel Mendoza está en una situación delicada que demanda cuidados médicos y observación constante.
La desaparición del obispo Rangel Mendoza, de acuerdo con las declaraciones de su abogado, ocurrió de manera inesperada. El clérigo salió de su domicilio alrededor de las 5 de la tarde, con la intención de regresar pronto, dejando sus teléfonos cargando. Sin embargo, las notificaciones de movimientos bancarios alertaron a su chofer y al propietario de su residencia sobre actividades sospechosas con sus cuentas, lo que sugirió un posible secuestro exprés.
El lunes, cuando Pedro Martínez fue contactado para presentar la denuncia correspondiente, se desencadenó una serie de acciones coordinadas con las autoridades estatales. La diócesis de Guerrero fue informada más tarde sobre el hallazgo del obispo en un hospital de Morelos, donde llegó en estado de desconocido debido a la sustancia que le habían suministrado.
El enigma se profundiza al desconocerse cómo llegó el obispo al hospital y quién lo trasladó hasta allí. Se especula que un ciudadano preocupado pudo haberlo llevado, lo que explicaría su ingreso como un paciente desconocido. Sin embargo, hasta que Rangel Mendoza pueda comunicarse de manera fluida, las incógnitas persistirán.
El abogado Martínez no descarta la posibilidad de que el obispo haya sido víctima de un secuestro exprés perpetrado por delincuentes de baja escala. Sin embargo, su principal preocupación es garantizar la recuperación y estabilidad de su cliente, priorizando su salud sobre cualquier otra consideración.
Con la esperanza de que en un plazo de dos a tres días el obispo pueda restablecerse lo suficiente como para proporcionar información relevante, las autoridades y el entorno cercano a Rangel Mendoza aguardan con ansias poder esclarecer los eventos que condujeron a su desaparición y posterior hallazgo.
En medio de la incertidumbre y la preocupación, la comunidad religiosa y la sociedad en general permanecen en vilo, esperando noticias alentadoras sobre la pronta recuperación y seguridad del venerado obispo Salvador Rangel Mendoza.
Revisa la entrevista completa en: