La decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de viajar en vuelos comerciales no es tan bien recibida por azafatas y elementos de la policía.
Una serie de entrevistas hechas por la agencia AFP dejó ver que algunas reglas se rompen cuando el presidente viaja a cualquier parte de la República.
“Es horrible que venga en mi vuelo. La gente no hace caso de las indicaciones. Se para de sus asientos incluso en turbulencias y la prensa no entiende que sus cámaras se pueden convertir en proyectiles en caso de que el avión sufra un imprevisto. Espero que nunca viaje con mi familia”, dijo la azafata Alejandra Martínez.
“Cuando tiene que atravesar todo el aeropuerto para abordar es lo peor. La gente se le abalanza. Si un día quiere hacerle algo alguien no podremos impedirlo porque no le gusta que lo custodiemos. Ya no puede andar así. Tiene que usar la sala VIP”, contó.
"Nunca me lo hubiera esperado. Yo en una ocasión pensé que esto [de viajar en el mismo vuelo] iba a ser inseguro para todos los pasajeros pero (...) al contrario porque vigilan más el vuelo", dijo Carmen Díaz, una ama de casa.