Las acusaciones llegan luego de que Luévano decidiera acercarse con la calavera al pódium cuando la diputada panista, Teresa Castell, regresaba a la tribuna.
Elías Lixa, legislador del PAN, rechazó la acción detallando que no saben si “constituye brujería o una amenaza de muerte”.
Los hechos ocurren luego de que la panista llamara “narcomorenos” a la bancada guinda, así como “rémoras” a los integrantes del PT y del Partido Verde. Por lo que Guadalupe Chavira, legisladora de Morena, no dudó en denunciar las palabras antes mencionadas por Castell, señalando que acudirán ante el Comité de Ética para que la diputada “sea llamada a cuentas” con la finalidad de que no se permitan las ofensas.