A muchos les preocupa, y con razón, la crisis humanitaria, así como las violaciones al derecho internacional que se han generado a causa de la guerra. Sin embargo, la solución al conflicto parce imposible mientras haya grupos fundamentalistas que, no sólo quieren la desaparición de Israel y de los judíos, sino que se oponen y trabajan por la destrucción de los valores occidentales como la democracia, la libertad y los derechos humanos. Mientras tanto, Israel sigue defendiendo su territorio, los civiles palestinos han quedado como rehenes de los grupos extremistas que dominan la región y, por lo tanto, un acuerdo de paz se ve más difícil que nunca.